“En vista de la desnutrición bastante delicada que padecía el señor Jesús Herrera (75), su hijo Jesmil Herrera decidió ocuparse de él, y desde hace 2 años y medio estamos viviendo en el edificio Macuto, junto a sus nietos. No somos invasores y la señora Carmen Rondón lo sabe”, aclara Zayleth Tovar, yerna de Jesús, y quien el pasado 25 de marzo fue denunciada por ingresar a la fuerza a la vivienda, acompañada de funcionarios de la Policía de La Guaira y personal de la Jefatura Civil de Macuto.
Cuenta que Jesús tenía 15 años viviendo solo y en virtud de que se desmayó varias veces en la calle por presentar desnutrición, el consejo comunal se comunicó con sus hijos, por lo que se vinieron a La Guaira.
Dice que la pandemia los obligó a quedarse, contando además con el consentimiento del señor Jesús, a quien incluso le pagaron el condominio porque tenía 15 años sin cancelarlo y podía perder la vivienda, además de eso lo apoyaban con la alimentación y medicamentos.
El día sábado su nieto de 12 años fue hasta el apartamento. Cuando intentó abrir Jesús no lo dejó pasar y le echó la ropa a la calle. El niño fue hasta donde estaba Zayleth y le contó, por esta razón llegó con dos policías y el señor se tornó agresivo. Ante la situación, esperó que llegara Jesmil, y con los efectivos se presentaron de nuevo, pero esta vez, Jesús en complot con los vecinos empezaron a sacar las cosas para la calle, por lo que buscaron a la jefa civil y al consejo comunal.
“Los vecinos ayudaron a que él nos sacara las cosas, hasta una hermana de la encargada de la junta de condominio me agredió físicamente. Un señor del piso 6 también me agredió verbalmente y todo es porque yo soy la esposa de Jesmil. Esto nos ha generado que estemos en la calle durante todos estos días. La mamá de mi esposo también es dueña del apartamento y ese es un detalle que no saben los vecinos, quienes provocaron esta situación”.
Zayleth agregó que la situación con el señor Jesús se comenzó a poner tensa hace 2 meses con la llegada de la madre de otro de sus hijos, de quien estaba separado desde hacía muchos años, quien se ensañó con ellos, y le “enfermó la mente a mi suegro. Ahora no quiere nada con Jesmil ni con sus nietos”./JAM/jd