Zapaterías a la quiebra por no poder reponer inventario
*Reportan daños materiales del que ningún ente se hará responsable
*Insisten en que hay que atacar la raíz de la inflación
María Elena Moreno
Entre la cantidad de compradores que se atropellan para llevar el calzado a mitad de precio, los propietarios se preguntan cómo repondrán mercancía y la respuesta es casi inmediata: no lo harán. Explican que los altos niveles de inflación, sumado a estos bajones “arbitrarios” de precios, terminaron de llevarlos a una inminente quiebra.
Más desempleo y cierre de negocios es lo que enfrentan los comerciantes, quienes aseguran que lo recogido en estas ventas no alcanza ni para reparar los destrozos causados, que van desde robo de mercancía a daños en la infraestructura.
“Desde el sábado presento un cuadro depresivo y ya el lunes en la tarde tuve que sentarme a llorar para poder drenar. No supe cómo responderle a los empleados, quienes preguntaban desesperados qué iba a pasar con su trabajo. Qué le digo al personal de confianza que ha sorteado estos años difíciles con nosotros que tendremos que liquidarlos”, expresa una propietaria, quien prefirió el anonimato.
La mayoría de los locales intervenidos tendrán que bajar la santamaría definitivamente, pues los altos precios al mayor impiden comprar nueva mercancía y además sigue latente el riesgo de que la Sundde repita estas medidas. “Nosotros no somos los causantes de esta devaluación ni mucho menos de la inflación. Deberían invertir la misma energía en ponerle freno a la raíz del problema. Esto es comida para hoy y hambre para mañana”, agrega otro comerciante.
Hasta nuevo aviso
Aún no saben de fuente oficial hasta cuándo será esta medida, que en un primer momento la habían dictado solo para el fin de semana pasado, pero se extendió al igual que las pérdidas. “Suponemos que es hasta agotar la existencia porque nadie da la cara sino para reclamar, incluso nos dijeron que debemos seguir vendiendo aún sin la presencia de los fiscales y a los cuerpos de seguridad debemos zanquearlos”.
Son notorios los estragos de la orden que dejó las vitrinas vacías y tienen los depósitos palo abajo. “Hemos conversado entre nosotros y todos coincidimos en que estamos sacando absolutamente todo para que al no quedar ni un par esto se acabe”, afirma el comerciante con mucha tristeza. /jd