¿Qué metas se pueden fijar cuando ya lo has ganado todo con 25 años? Esa es la cuestión con la que se despertó este lunes Yulimar Rojas, que el domingo entró en la leyenda del atletismo conquistando el oro olímpico en triple salto con un récord mundial espectacular de 15,67 metros.
La caraqueña saltó diecisiete centímetros por encima de la anterior plusmarca, de 15,50 metros, que había logrado la ucraniana Inessa Kravets en 1995. Toda una hazaña la de Yulimar.
Ese récord llega un año y medio después de haber batido la plusmarca mundial bajo techo, en febrero de 2020 en Madrid, con 15,43.
El oro olímpico era la medalla que faltaba en una impresionante colección, tras la plata de los Juegos de Rio 2016 y los títulos de campeona mundial al aire libre (2017, 2019) y bajo techo (2016, 2018).
Tras acaparar la atención el domingo con su impresionante récord mundial, Rojas fijó ya una nueva frontera: llevar su plusmarca a un lugar que hasta ahora parece inconcebible, más allá de los 16 metros.
«Soy una atleta que no se pone límites, mi techo no tiene límites, yo puedo conseguir lo que mi mente y mi corazón quiere, así que los 16 metros son parte de mi lucha diaria y vamos a ir poco a poco a seguir dándolo todo en lo que quede de mi carrera», afirmó tras colgarse el oro en Tokio.
«Es una meta muy presente en mi vida y hoy (el domingo) me quedé bastante cerca. Pienso que cada día se hace más latente la posible marca de 16 metros», insistió Rojas, que antes ya había aludido a esa distancia.
A finales de 2020, cuando fue elegida atleta del año por la Federación Internacional, ya señalaba su ambición de poder alcanzar los 16 metros alguna vez.
«Ya sé que puedo saltar 15,50, pero mi ambición es ser la primera que supera los 16 metros. Es algo inimaginable para la gente, pero creo que tengo la capacidad para conseguirlo», afirmó.
Los grandes conocedores del triple salto no ocultan que Yulimar es un prodigio sin comparación, capaz de llevar las fronteras de su prueba a universos hasta ahora desconocidos por sus excepcionales cualidades naturales.
Pero sólo el tiempo dirá si los 16 metros son una quimera o si realmente la estrella venezolana cumple de nuevo una misión que parece imposible.