Galvis Guzmán
El acontecimiento logrado por Yulimar Rojas en el Mundial Indoor ayer produjo una reacción en cadena de alegría, no solo de todos los presentes en el Stark Arena de Belgrado, sino de toda Venezuela y de quienes la observaron por los diferentes medios de comunicación: ganó en forma contundente su tercer Mundial Indoor con un nuevo récord del mundo: 15.74 mts.
Un registro que alcanzó en su sexto y último intento en la prueba, repitiendo lo conquistado en los Juegos Olímpicos de Tokio, a cielo abierto, con 15.67 mts, asentando su hegemonía histórica.
La venezolana se convirtió no solo en la primera tricampeona de la especialidad, sino también en la atleta más condecorada de la historia en el salto triple de los mundiales.
“La verdad no sé si es magia o una coincidencia haber hecho los dos récords en el último salto o es el trabajo, la afirmación y la creencia de que sí puedo lograrlo, de que sí puedo conseguirlo en cualquier salto o en el último”, admitió Rojas postvictoria.
Para luego reiterar que “el último salto ha sido como el último de la gloria en Tokyo y ahora aquí en Belgrado. Yo creo que es que me enfoco más y la energía fluye con la presión. No sé qué sea, pero fue un salto lleno de magia”, analizó.
Rojas dominó la competencia de principio a fin: saltó 15,19 en el primer intento y luego de fallar el segundo, marcó 15,04 en la fosa. Más tarde quedó con el amargo sabor de ver frustrado un salto larguísimo que enmudeció el Stark Arena en el cuarto, pero en el quinto vuelo respondió con un 15,36 que fue un preludio a la magia: 15.74 y nuevo récord del mundo absoluto.
“Yo creo que está más que claro con lo que demostramos en Tokio y con lo que demostramos hoy que sí puedo saltar los 16 metros. Yo no sé si lo haré en el sexto salto o si me recordarán como la chica del sexto salto. Solo puedo decir que esto es un trabajo en equipo y que espero que vengan más saltos como este de hoy”.
En cada vuelo consultaba con su entrenador Iván Pedroso para ajustar algunos fallos: “Tenía algunos detalles en el impulso y luego técnicamente no se me daba el salto que quería, pero con la emoción, el esfuerzo y motivación creo que logramos enderezar las cosas. Él (Iván) y yo hacemos que seamos una sola persona en la pista y cuando entrenamos”.
Reconoció que Pedrozo se merece todo «porque me ha hecho ser lo que soy ahora mismo y le agradezco mucho”.
“Yo había dicho que podían pasar tres cosas: ganar el triplete, batir el récord mundial y saltar los 16 metros. Por ahora les debo el 16, pero todavía tenemos la temporada al aire libre y el mundial de Óregon”, advirtió Yulimar./jd