Yulimar Ascanio, de 32 años, presenta artritis reumatoidea juvenil desde los 6 años, por lo que ha sido sometida a varias cirugías. Actualmente, tiene comprometida la cadera y ambas piernas, situación que la ha obligado a utilizar una silla de ruedas.
Su esposo, José Requena, con voz quebrada, aseguró que ha tocado infinidad de puertas buscando ayuda para costear exámenes, pero no ha recibido respuestas concretas por parte de ninguna autoridad regional. Aseguró que no pierde la esperanza de que su esposa vuelva a ponerse de pie, pues su sueño es ir a buscar a su hijo de 5 años a su escuela.
Ellos son una familia de luchadores que merecen que el presidente Nicolás Maduro, el gobernador Terán o el Alcalde Suárez los ayuden, los ayuden para que ella se levante de esa silla.
“Yo tengo la esperanza de que el Gobierno me va a ayudar. A ellos les pido con fe en su sensibilidad social”, expresó.
Yulimar envió un mensaje a los jóvenes: “Mi día a día es la repostería y aunque me causa dolor pararme para realizar las mezclas de mis postres, lo hago”.
Explicó que los exámenes médicos, que oscilan entre 100 y 200 dólares, no son fáciles de costear, por esa razón pide a las autoridades que no la abandonen. “Mientras tanto, me ayudo con los dulces que la gente amablemente me compra”.RR