El “Domo José María Vargas” se convirtió, este viernes en la noche, en un escenario al mejor estilo de los que albergan los grandes combates en Las Vegas: le correspondía recibir combates de los Caciques de Venezuela, con la dura tarea por delante de enfrentar a los Domadores de Cuba, uno de los mejores equipos del mundo y siempre favoritos para llevarse el título.
En un gran ambiente, la fanaticada boxística de Venezuela se preparaba para recibir a los dueños del patio, con la presencia de autoridades del deporte y del gobierno regional que prestaron todo el apoyo para la realización del evento. Vargas se ha convertido, sin lugar a dudas, en la capital boxística del país.
La presentación se llevó a cabo a las 8:00 pm, con jueces calificadores de Trinidad y Tobago, Italia, Argentina y Canadá, además del supervisor de la World Series Of Boxing, Luiz Boselli.
A las 8:15 pm llegaba la hora del primer campanazo para dar inicio a la ronda de cinco combates, con el duelo de la categoría de 60 kilogramos que enfrentaba al cubano Elías González con el dueño de casa: Luis Cabrera. El antillano comenzó más fino en su pegada y, con la paciencia típica de los cubanos en el ring, el tercer round fue un intercambio parejo de derechas e izquierdas. Al final, pese a lo equilibrado del combate, la decisión fue unánime para González con tarjetas de 46-49, 47-48,47-48. Era el primero para los Domadores.
A las 8:40 pm se daba el campanazo para el segundo combate. El capitán de Caciques, Gabriel Maestre, viviría otro capítulo más de su rivalidad contra Roniel Iglesias. Fue una intensa pelea en la que Maestre logró mandar a la lona a Roniel en el segundo asalto. Sin embargo, el capitán perdonó al cubano que se levantó y logró voltear el combate a su favor. Las tarjetas favorecieron al de la isla con decisión dividida y no compartida por el público del Domo: 46-49,49-46,46-49. Iglesias se fue del ring con gestos que no gustaron para nada a la afición venezolana y Caciques se ponía abajo en dos combates.
Llegaba el turno del hijo de El Vigía, Albert Ramírez, quien se presentó sereno en el cuadrilátero a la espera de su oponente cubano, Julio La Cruz, en la categoría de 81 kilogramos. Fue un combate muy estudiado por ambos pugilistas y en el cual La Cruz dejó la sensación de estar en medio de una exhibición de Capoeira. A pesar de esto, el “Muchacho de El Vigía” no se amilanó y, de tanto esperar con paciencia, en el primer round lo lanzó a la lona en dos oportunidades. Al finalizar el round sonaba el “Rucio Moro” en el Domo, como indicio de que el Cacique se estaba convirtiendo en el caballo a vencer y, en el segundo round, nuevamente mandaba al piso a La Cruz.
El tercer round no fue favorable para Ramírez, quien cayo a la lona pero pudo rápidamente levantarse, aguantar y pegar en el cuarto y quinto round para llevarse el combate por decisión dividida. El triunfo de Ramírez fue el primero de Caciques ante los antillanos, no solo en la cartelera de la jornada sino también en la WBS 2017, ya que Cuba ganó 5-0 en la serie disputada en La Habana. El Domo seguía vibrando y el apoyo del público se volvía una mano más en los guantes de los muchachos.
El cuarto combate sería decisivo: en la categoría “Súper Heavy” de más de 91 kilogramos. El cubano José Laurdet acribilló al refuerzo brasileño Henrique Dos Santos, que solo duró de pie 1,03 segundos. La diferencia de peso se notó mucho, con un brasileño en buena forma física, pero con un cubano por delante de mucha fuerza y mayor contextura. Buscar un mano a mano fue el error del refuerzo de los Caciques, quien terminó en la lona luego de su segunda caída.
Con el revés de Dos Santos, Cuba se aseguraba la llave. Sin embargo, llegaba el momento del combate más esperado: el de Yoel Finol, otro muchacho de El Vigía, medallista de bronce en Río 2016; el responsable de que, luego de 32 años, Venezuela se volviera a colgar otra medalla en el deporte de los guantes y el cuadrilátero.
Finol tenia el chance de hacer que Venezuela sumara un punto y así salió con todo ante Yosbany Veitía. Derechas e izquierdas sumaba Finol, quien se mostró sumamente cómodo en el combate y pidió cada vez que pudo el aliento del público. Fue fiel a las palabras que pronunció durante el pesaje, cuando aseguró que el apoyo de la fanaticada lo impulsaba y lo metía de lleno en el combate.
El Domo estalló de emoción con cada guantazo de Finol, quien terminó el quinto round ya con mayor comodidad y con un juego de piernas al mejor estilo de Rocky Balboa. La decisión final fue unánime: 48-47, 49-46, 48-47. Finol dio la cara por los Caciques.
“El Caciquito” dio un punto y llenó de alegría a los venezolanos que entendieron que Venezuela sigue creciendo en el boxeo. Ante uno de los mejores equipos del mundo, los pugilistas venezolanos se comportaron como unos campeones.
Con este resultado, Caciques sumó un punto para llegar a cuatro en el Grupo A de la zona americana, luego de tres derrotas y una victoria. Por su parte, Cuba lidera el grupo con 10 puntos, según resultados difundidos en la página web de la WSB.
La primera derrota para los criollos fue 0-5 contra Domadores, en La Habana, Cuba. La segunda, 1-4, contra Heroicos de Colombia, en Cartagena. Pero sumaron una victoria, 3-2, sobre Cóndors de Argentina.
La próxima llave de Los Caciques de Venezuela será ante Heroicos de Colombia, nuevamente en el Polideportivo José María Vargas el próximo 31 de marzo. Los criollos deberán dar el todo por el todo para seguir con aspiraciones en la Serie Mundial.
Fuente: http://contrapunto.com/