Yilber Díaz: mucha constancia su ascenso a Grandes Ligas

 El mundo del beisbol está sorprendido con el ascenso a las Grandes Ligas , del joven de 23 años, Yilber Díaz, no solo por su extraordinario debut sino por la evasión de obstáculos, a la que lo llevó la vida, para alcanzar esa meta que no todos lo logran.

Díaz debutó con los D-back de Arizona, este lunes, en su casa el Chase Field vs los Bravos de Atlanta. Se convirtió en el abridor número 11 que usa Arizona en lo que va de campaña, debido a las múltiples lesiones que han afectado su rotación.

Y aunque se fue sin decisión trabajó por espacio de seis innings completos, en los que toleró cuatro imparables y una carrera, con una base por bolas y cinco ponches. Necesitó 83 envíos para cubrir su actuación, 53 de ellos en strike. Tiene una recta de 98 millas

Por otra parte, se convirtió en el primer lanzador venezolano con al menos cinco ponches y una carrera concedida en seis entradas de labor en su debut, desde que lo hiciera Pablo López en la temporada 2018.

El derecho de Guatire, fraguó su ascenso con una sólida campaña en Ligas Menores, justo después de tirar seis innings sin hits ni carreras, con el Reno (Triple A) frente a Sacramento, en el que aisló dos boletos y estableció una marca personal con 13 ponches, que elevaron su total en la temporada a 105, más que ningún otro tirador en el sistema de granjas de los D-backs de Arizona.

“Me siento feliz, muy feliz. Mi mamá y mi papá estaban cerca, cuando les di la noticia (vía telefónica). Fue impresionante. Siempre dije: ‘Tengo que superarme. Ser alguien en la vida’. Por eso trabajaba todos los días y le pedía a Dios para que se me cumpliera uno de mis sueños…”, dijo Díaz en un emotivo video, mientras llegaba al estadio, que apareció en las redes sociales de los desérticos. “Tengo que aprovechar el momento. Quiero disfrutar mi momento hoy en el Chase Field… Impresionante que sea con el equipo que me dio la oportunidad”.

Problemas que superó

Producto de la pandemia, en marzo de 2020, los aeropuertos cerraron, por la emergencia sanitaria. Díaz fue uno de los 14 jugadores venezolanos que no pudieron regresar a su país; 12 de ellos ya estaban firmados, pero Yilber y uno más permanecían haciendo pruebas.

Estuvo ocho meses entrenándose, concentrado, subiendo de peso, comiendo bien y con el objetivo de conseguir su firma.

También hizo todo lo posible para ayudar en las instalaciones, fregaba platos, limpiaba. No queria apartarse de su sueño.

Finalmente, en octubre de 2020, Venezuela abrió sus fronteras y regresó a casa. El 5 de febrero de 2021, estampó su rúbrica con 20 años, una edad en la que los peloteros son etiquetados de “viejos” en América Latina, pues generalmente comienzan a ser vistos a los 14 o 15 años y son reclutados a los 16, máximo, con suerte, a los 18.

No pudo convencer a nadie a los 16 años, tras lastimarse. Entonces dejó el beisbol y al cumplir la mayoría de edad migró con su novia a Perú, lo hizo como tantos otros venezolanos en una travesía en bus.

Vendió caramelos y helados, limpiaba parabrisas en los semáforos.

“No le fue bien. Su novia lo abandonó, tuvo que vivir un tiempo en las calles. Tocó fondo. Un día, mientras estaba parado en un semáforo, alguien le compró un helado. Otro venezolano. Le preguntó por sus manos, ‘¿por qué eran grandes?’. Yilber dudó, pero le dijo que había sido lanzador. El hombre le propuso grabarle un video y enviarlo a agentes especializados. Tenía que hacer 10 pitcheos frente a una cámara. Sólo eso”, comentó su agente , Gregorio, hermano del ex grandeliga Grégor Blanco.

Pero al final logró el objetivo./G.G.

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