La campaña de vacunación que inició el pasado lunes en Estados Unidos registra 556.000 dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech administradas, según el primer reporte los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
En comparación, Reino Unido reportó que 137.000 personas fueron vacunadas en la primera semana, también con la fórmula de Pfizer.
Se espera que el ritmo aumente con fuerza desde este lunes, ya que comenzará a aplicarse la vacuna de Moderna, una fórmula con menos complicaciones logísticas, sin necesidad de ultracongelación. Este domingo, camiones partieron de la fábrica en Olive Branch, Mississippi, con la vacuna desarrollada por Moderna y los Institutos Nacionales de Salud.
Hace unas semanas, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización indicó que los trabajadores de salud y los residentes de casas para ancianos —que en total suman unas 24 millones de personas— eran los que debían ser vacunados primero.
No obstante, las vacunas se han distribuido más lento de lo previsto. De hecho, el general Gustave Perna, a cargo del operativo logístico, ofreció disculpas el sábado por “fallas de comunicación” con las autoridades estatales respecto al número de dosis que serán entregadas en las primeras etapas de reparto.