La ministra de Información de Líbano renunció este domingo, cuando se esperan nuevas manifestaciones tras una jornada marcada por ataques a ministerios por parte de enfurecidos libaneses contra una clase política a la que acusan de negligencia por la explosión en el puerto de Beirut.
La renuncia de Manal Abdel Samad es la primera del Ejecutivo que preside Hasan Diab desde la explosión del martes 4 de agosto que dejó al menos 158 muertos, más de 6.000 heridos y a 300.000 personas sin hogar.
“Después de la enorme catástrofe de Beirut, presento mi dimisión del gobierno», declaró la ministra. “Pido disculpas a los libaneses, no hemos sabido responder a sus expectativas», explicó.
Las ayudas internacionales siguen llegando a Líbano. Francia ha establecido un “puente aéreo y marítimo” para llevar más de 18 toneladas de ayuda médica y cerca de 700 toneladas de alimentos.
“Debemos actuar rápido y con eficacia” para que la ayuda “vaya directamente” a la población libanesa, aseguró el domingo el presidente francés, Emmanuel Macron, en el inicio de una videoconferencia internacional de donantes para recabar ayuda para el país árabe, sumido en una crisis económica histórica agravada por la pandemia de covid-19 y la explosión.
La violenta deflagración, causada según el gobierno por la explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenado desde hace seis años sin ninguna medida de seguridad en el puerto de Beirut, ha dejado un cráter de 43 metros de profundidad, según una fuente de la seguridad.
Ilustrando la magnitud del descontento de la población, el patriarca maronita, el cardenal Bechara Rai, pidió este domingo la dimisión del gobierno y la celebración de elecciones legislativas anticipadas.
La Cruz Roja del Líbano informó de que 250 personas resultaron heridas en las protestas violentas que se extendieron por el centro de Beirut el sábado, y en las que también murió un agente de las fuerzas de seguridad.
El organismo de socorro señaló que 65 personas debieron ser trasladadas a hospitales y 185 fueron tratadas in situ en las protestas durante la jornada del sábado.
El Papa pide al mundo una generosa ayuda
El Papa Francisco invitó a la comunidad internacional a promover una “generosa ayuda” al Líbano para superar la catastrófica explosión del puerto de Beirut y deseó que la convivencia en el país renazca fuerte.
“La catástrofe del pasado martes interpela a todos, a partir del pueblo libanés, a colaborar por el bien común de ese país (…) Renuevo mi llamamiento para una generosa ayuda por parte de la comunidad internacional”, señaló el pontífice tras el Ángelus.
Francisco dio instrucciones para el clero católico en ese país: “Por favor, pido a los obispos, sacerdotes y religiosos de Líbano que estén cerca del pueblo y vivan con un estilo de vida marcado por la pobreza evangélica, sin lujo, porque vuestro pueblo sufre mucho”, indicó.
El pasado viernes el Vaticano comunicó que el Papa había decidido una primera ayuda de 250.000 euros al Líbano.