Max Verstappen (Red Bull), ganador de la insólita carrera del domingo en Bélgica, prepara en casa un nuevo ataque a inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que lidera el campeonato con tres puntos de ventaja sobre él, este fin de semana en el Gran Premio de los Países Bajos.
La Fórmula 1, que «cerró» por vacaciones tras una accidentada carrera en Hungría, en la que Hamilton recuperó el liderato que Verstappen le había quitado cinco carreras antes en Mónaco, se reanudó con el esperpento en el que derivó el Gran Premio de Bélgica.
La lluvia impidió que se rodara en Spa-Francorchamps. La carrera arrancó con tres horas de retraso tras varios aplazamientos y un par de interrupciones. Y se resolvió con dos vueltas detrás del carro de seguridad, para poder hacer una clasificación y repartir la mitad de los puntos, en una prueba en la que fue declarado ganador Verstappen, por delante de los ingleses George Russell (Williams) y Hamilton, que acabaron en ese orden la calificación del sábado.
Verstappen sumó 12,5 puntos, en lugar de 25, y ahora está a tres puntos de los 202,5 con los que lidera Hamilton, que mejora en 89,5 a su compatriota Lando Norris (McLaren), tercero en la tabla general de pilotos.
Aunque todos admitieron que era imposible correr en Spa, debido a la ausencia de visibilidad por la enorme cantidad de agua que esparcían los cauchos de lluvia extrema, a casi nadie le pareció normal que se repartieran puntos.
Así que, visto lo visto, todos desean que la máxima categoría recupere su normalidad en los Países Bajos, en un circuito corto de Zandvoort de 4.259 metros y 14 curvas en el que es complicado adelantar, al que regresa la F1 luego de 36 años y donde un ejército naranja acompañará a Verstappen en las gradas.