Para los dirigentes de Vente Joven Venezuela, Juan Pablo Ramos, Antony Díaz y José Rolón, en Vargas no hay nada que celebrar, por lo tanto la fiesta de Carnaval debe ser suspendida.
Explican que en estos momentos hay una crisis terrible en todos los órdenes, la economía es un desastre, los servicios públicos están colapsados, no hay agua, los hospitales están en terapia intensiva y a esto se le suma la falta de seguridad.
Consideran que los recursos invertidos en esta actividad deberían ser utilizados para subsanar los problemas que aquejan a los varguenses.
“Tanto el Gobernador como el Alcalde deben salirse de sus burbujas e internalizar con el pueblo, que está pasando las de Caín y no consigue quien le dé respuestas. En estos momentos de carencias y enfermedades no se justifica ningún tipo de fiesta”./BR/ar