Ventas de lotería y repostería como resuelves ante el desempleo
Cada vez gana más espacio el comercio informal en plazas y calles del estado, y detrás de cada una de esas personas que remiendan zapatos, venden animalitos, dulces y hasta prendas usadas, hay una historia de desempleo, sobre todo del sector aduanero.
María Elena Moreno.-
Justifican la buhonería, aún cuando reconocen que es una práctica ilegal. “Yo era secretaria en un consultorio que ya quebró, y con la liquidación compré café y azúcar para vender de manera ambulante. Tengo tres hijos y debo resolver, cuando viene la policía, vendo caminando”, expresó Isbelia Chacín.
Remendar zapatos y vender algunos usados es la salida que encontró Enderson Juárez, quien no tiene punto fijo, porque “me corren los policías. A veces me coloco en plaza Lourdes, o trabajo afuera de mi casa. Hay personas a las que les compro zapatos en buen estado y después los revendo, no es una entrada fija, pero algo es algo”, indicó Juárez, que antes trabajaba en una aerolínea.
La onda de jugar animalitos ha sido propicia para que muchos prueben suerte montando “bancas” de ventas de loterías en sus casas, que les devengan ingresos diarios que son hasta 50 veces más del día de salario.
“Reconozco que no es algo estable, cuando se pase la fiebre, veré que me invento. No tengo utilidades ni seguro social, pero sí para llevarle la papa a mis chamos. En Vargas se paró el puerto y muchos están como yo, hasta cuidando carros”, indicó un profesional valorador de una quebrada agencia aduanal que prefirió el anonimato./MEM/va