Icono del sitio Diario La Verdad de Vargas

Venezuela supera tasa de embarazo adolescente de Latinoamérica

El Informe del Estado de la Población Mundial 2015 presentado hoy Naciones Unidas indica que Venezuela se encuentra a la cabeza de Latinoamérica y el Caribe en materia de embarazo adolescente. Del estudio se desprende que entre 1999 y 2014 la tasa embarazo entre adolescentes de 15 a 19 años fue de 101 por cada mil, esta cifra supera la tasa promedio de Latinoamérica y El Caribe estimada en 76 embarazos por cada mil adolescentes.

En Venezuela, desde el punto de vista demográfico, de los 31,1 millones de habitantes, 27% corresponde a personas entre 10 y 24 años quienes pertenecen al grupo que se inicia o ya está en edad reproductiva. La tasa de fertilidad, de acuerdo con el reporte, se ubica en 2,4 hijos por mujer entre los años 2010 y 2015.

Este año el informe del Fondo de Población Humana de Naciones Unidades (Unfpa) coloca su énfasis en los problemas que afrontan mujeres y adolescentes en edad reproductiva cuando se ven inmersas en situaciones emergencia bien por conflictos armados o por desastres naturales. De allí que la alta incidencia de embarazos entre menores edad que existe en el país, aún en condiciones de normalidad, cobren una nueva dimensión.

En la actualidad hay 59 millones de personas desplazadas de sus lugares de origen, 200 millones son afectados anualmente por desastres naturales y 100 millones necesitan ayuda humanitaria. Del total de los individuos que demandan ayuda 26 millones son mujeres y adolescentes en edad reproductiva, según se desprende del informe 2015 del (Unfpa).

Jorge González Caro, representante auxiliar de Unfpa en Venezuela, destacó durante la presentación del informe en Caracas que las mujeres y las adolescentes son en situaciones de emergencia, por conflictos o desastres naturales, objeto de violencia sexual y de género, además sus necesidades son generalmente desatendidas en la respuesta humanitaria. Por ello el informe sobre la población mundial denominado «Un Refugio en la Tormenta» coloca su énfasis en la atención a este sector.

González Caro explicó que cuando hay una situación de emergencia si las escuelas no funcionan las clases se pueden recuperarse después, pero una mujer embarazada a punto de dar a luz no puede esperar por los cuidados necesarios.

Aunque Venezuela no presenta un conflicto armado como Colombia y los países del Medio Oriente, sí ha sido azotada por desastres naturales. González Caro explica que las lluvias de 2010 colocaron al país en el mapa de los países con personas en situación refugio. En eso momento el Unfpa realizó, en coordinación con Protección Civil, un trabajo para prevenir situaciones de violencia sexual y de género en los centros de acogida.

Este trabajo fue compilado en las llamadas «Cartillas de Prevención de Violencia Sexual en los Refugios, porque durante ese período se evidenció un incrementó la violencia sexual y los embarazos en adolescente. Estos lugares son un caldo de cultivo para situaciones de este tipo, por lo que hay que tener políticas públicas para enfrentarlo. No puedes poner gente en refugios e imaginar que allí  no va a pasar nada. Hay que garantizar la dignidad de las víctimas, y no confrontarla con el victimario», destacó González Caro.

En preparación para el anuncio de este jueves 3 de diciembre. La oficina local del Fondo de Población de las Naciones Unidas tiene varios meses trabajando con organizaciones no gubernamentales y oficinas públicas para definir y concertar una serie de recomendaciones en torno a las políticas públicas que se deben poner en práctica para proteger los derechos de las mujeres y las adolescentes en medio de situaciones conflictivas. Estas recomendaciones serán recogidas en documento próximo a publicar.

Las mesas técnicas, explicó González Caro, acordaron una serie de acciones cuya aplicación debe iniciarse en 2016. Entre estas acciones se encuentran: Sensibilizar y capacitar sobre la violencia sexual y basada en género en los distintos niveles educativos, en las comunidades y a funcionarios; formar a los profesionales que trabajan en áreas relacionada con la atención de desastres y emergencias; desmitificar la violencia para lograr identificar cómo se manifiesta, caracterizarla, aceptar que existe y que no es un problema privado sino público y que es grave».

Cuantificar las necesidades

Según el informe de la Unfpa, tres quintos de las muertes maternas hoy día ocurren en países que son considerados frágiles por situaciones de conflictos o desastres. Los embarazos y los nacimientos son causa de 507 muertes maternas cada día en estas condiciones.

«La salud y los derechos de las mujeres y las adolescentes no deberían ser tratados como un asunto de menor importancia en la respuesta humanitaria», señala el director ejecutivo del Unfpa, Babatunde Osotimehin. «Para la mujer que está próxima a dar a luz o la adolescente que sobrevivió episodios de violencia sexual, los servicios de salvamento son tan vitales como el agua, la comida y el refugio».

Sin la protección habitual de la familia y la comunidad, las mujeres y las adolescentes son más vulnerables a la violencia sexual, embarazo no deseado e infecciones de transmisión sexual, como el VIH.

Las necesidades básicas para un parto seguro, planificación familiar y cuidados de salud reproductiva no se encuentran fácilmente en las mujeres y las adolescentes que están fuera del sistema de salud. «Tener los medios para prevenir el embarazo y estar protegidas de la violencia sexual son parte de los derechos humanos básicos», comentó Osotimehin.

De acuerdo con el Estado de la Población Mundial 2015, el Unfpa ha respondido a crisis en 38 países en 2015, con lo que ha aumentado su respuesta en las crecientes situaciones de conflictos y desastres.

En 2014 el Sistema de las Naciones Unidas necesitó un récord de 19,5 billones de dólares para atender situaciones humanitarias en el mundo, pero enfrentó un recorte de 7,5 billones de dólares, lo que puso en riesgo la salud y las vidas de millones de personas.

En 2015 el Unfpa recibió menos de la mitad del financiamiento requerido para cubrir las necesidades básicas de salud sexual y reproductiva de mujeres y adolescentes.

La demanda de la asistencia humanitaria hace necesario un nuevo acercamiento con énfasis en prevención, preparación y fortalecimiento de la resiliencia en las naciones, comunidades, instituciones e individuos.

«El enfoque usual a la asistencia humanitaria deja a muchos excluidos en tiempos de gran necesidad», comenta Osotimehin.

Salir de la versión móvil