El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró en agosto un total de 748 protestas, equivalente a un promedio de 25 diarias. La cifra representa una disminución del 4% en comparación con el mismo período del año pasado, dice el informe.
“Los venezolanos se expresaron bajo distintas modalidades, principalmente en rechazo al colapso de servicios básicos, reivindicaciones laborales, acceso a la salud y a la alimentación”, señala la publicación.
La carencia de servicios básicos (gas doméstico, electricidad y agua potable) sigue siendo un común denominador dentro de la población, según reseña el observatorio. “Ha sido un problema sostenido y crónico”, señala.
En agosto, unas 302 protestas estuvieron relacionadas con este tema y se agudizaron, además, por las restricciones impuestas durante el confinamiento obligatorio ordenado para reducir la propagación de la Covid-19.
También protestaron por el bajo salario que les impide cubrir la canasta básica del hogar: “229 protestas, ocho protestas diarias”, indica el observatorio.
“El derecho a la salud, con 114 protestas registradas en agosto, en rechazo a las precarias condiciones a nivel de infraestructura, dotación de materiales e insumos de uso común y de bioseguridad; así como las 60 protestas debido a la inseguridad alimentaria que se ha visto agravada con la pandemia, también fueron motivo de descontento de la población”, agrega el informe.
El Observatorio señala que el 40% de las protestas en agosto están relacionadas con la falta de combustible, una cifra que desglosó en 315 protestas por gasolina, con un saldo de 33 detenidos y cuatro heridos en el marco de las manifestaciones. Los reclamos van desde “el prolongado tiempo de espera para abastecerse como los atropellos, y abusos crueles e inhumanos perpetrados por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), responsables del control y venta de gasolina”.