La industria camaronera venezolana creció exponencialmente en los últimos 25 años.
El sector, que exporta alrededor del 95% de su producción, consiguió hacer frente a las amenazas medioambientales derivadas del deterioro de la infraestructura petrolífera y a las dificultades económicas.
Según Arnaldo Figueredo, director ejecutivo de la Sociedad Venezolana de Acuicultura, actualmente hay más de 19.000 hectáreas de estanques camaroneros en todo el país, repartidas en unas 700 explotaciones.
Camarones: un valor económico insospechado
En 2023, el camarón representó el sexto mayor volumen de exportación de productos básicos de Venezuela por valor, con 214 millones de dólares.
Los principales destinos fueron Holanda, Francia y España, aunque el mercado de mayor crecimiento es China; las exportaciones a ese país pasaron de 15,6 millones de dólares en 2021 a 32,8 millones en 2022.
El economista Asdrúbal Oliveros, presidente de Ecoanalítica, destacó en su cuenta de la red social X que el sector camaronero se ha convertido en un área clave para la economía venezolana «y un oferente relevante en el mercado de divisas«.
Los derrames petroleros como amenaza
El mayor problema medioambiental al que se enfrentan los camaroneros son los constantes derrames petroleros que contaminan las aguas del lago de Maracaibo y el golfo de Coro, en el estado de Falcón, según explicó Néstor Pereira, experto en ecología acuática y profesor de la Universidad del Zulia.
Los derrames siguen ocurriendo porque la industria petrolera no mantiene su infraestructura, especialmente tras la ola de expropiaciones de las empresas que reparaban y mantenían los 25.000 kilómetros de tuberías submarinas del lago de Maracaibo.
En 2023, Venezuela registró 86 derrames de petróleo, de los cuales el 84% se produjeron en los estados Zulia y Falcón, que albergan la mayor parte de las granjas y laboratorios de producción de larvas de camarón.
Estos obstáculos empujaron a la industria a desarrollar un sistema de producción más sostenible y eficiente, al tiempo que se reducían los costos y aumentaba la productividad.