Venezuela encabeza índice de miseria por sexto año consecutivo
Nuevamente el país está a la cabeza del estudio de Índice de Miseria realizado por la agencia de noticias Bloomberg. Los datos fueron el resultado de un estudio aplicado a 60 países.
Venezuela fue catalogada como el país que tiene la economía más miserable del mundo, debido al creciente desempleo y a los altos índices de inflación (4.043%) que impiden a sus ciudadanos tener poder adquisitivo para cubrir sus necesidades básicas. A comienzos de año advirtió que la tasa de desempleo de 2019 fue de 47,2 %, mientras que en 2020 podría llegar al 50,5%, la más alta en la historia de la región y la mayor en el mundo.
En la lista la siguen muy de lejos países como Argentina, Sudáfrica, Turquía, y Colombia. En el lado opuesto está Tailandia, que este año se levantó como el país con la economía menos miserable del mundo, junto con Singapur y Japón, cuya situación mejoró en comparación con estudios pasados.
Estados Unidos pasó de estar entre las 10 economías menos miserables al puesto 25 debido a que su economía se vio afectada por la pandemia del Covid-19. El gran tamaño de los paquetes de estímulo masivo -unos 7.000 millones que ingresaron a la economía estadounidense para apoyar alas familias y pequeñas industrias-, es probable que presionen un alza en la inflación en el corto plazo.
De hecho se estima que los índices de miseria en las diferentes naciones vayan en ascenso debido a que aún no se asoma el fin de la pandemia.
Los puntajes de este año en el Índice de Miseria se basan en encuestas de Bloomberg de las estimaciones de los economistas para el crecimiento de los precios de 2020 y el desempleo en cada economía y compara esos valores con los datos reales del año pasado.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020, 96,3% de los hogares son pobres desde el punto de vista de ingreso y la tendencia de deterioro de la alimentación continúa. Las estadísticas indican que 79,3% de la población no tiene cómo cubrir la canasta de alimentos, es decir, ocho de cada 10 venezolanos.
Resalta además que las transferencias de recursos o subsidios gubernamentales no han tenido impacto en la disminución de la pobreza.
Pero el deterioro de las condiciones de vida se extiende a la educación y al empleo. El estudio revela que casi la mitad de los jóvenes del grupo más pobre tiene rezago escolar de un año o más, por lo que unos 4 millones de niños tienen problemas para asistir a la escuela; solo cuatro de cada 10 mujeres integra el mercado laboral y se observa una importante caída del empleo en el sector público.