Dayarit Zerpa dejó una bebé de año y medio de edad y partió en autobús desde Caracas rumbo a Quito, con la esperanza de forjarse un futuro fuera de su país.
«Uno llega con una mano adelante y una mano atrás sin saber con certeza si el resultado será positivo o negativo», dijo Zerpa durante una entrevista para la agencia Efe.
Afirma estar «dispuesta a todo» para salir adelante en el lugar que eligió para empezar de cero y donde espera establecerse para llevarse pronto a su hija.