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Venezolanos continúan abandonando el país en busca de oportunidades

Michelle Bolívar.- La Cromointerferencia de color aditivo, la emblemática obra del maestro Carlos Cruz-Diez que cubre el suelo del aeropuerto Simón Bolívar, se ha convertido en los últimos años en el escenario en que familiares y amigos se despiden de quienes deciden emigrar en busca de oportunidades que no encuentran en Venezuela.

Seguridad y una mejor situación económica son los principales motivos por lo que deciden partir.

El sociólogo e investigador de la Universidad Simón Bolívar, Iván de la Vega, calcula que cerca de 1.5 millones de venezolanos viven en el exterior según los registros formales de migraciones y censos de países y organismos multilaterales en los cinco continentes.

En un país con una población estimada en 30 millones de habitantes, la cifra de emigrantes equivale a un 5%.

“En el año 1992 había venezolanos en menos de 20 países, con apenas unos 30.000 residentes. Ahora hay venezolanos en 94 países de los 193 miembros de la ONU, es un dato dramático”.

Esto implica que en poco más de dos decenios se multiplicó por 50 el número de venezolanos fuera de su país.

Buena parte de la diáspora venezolana está formada por profesionales o técnicos altamente capacitados. Según cifras de la Federación Médica Venezolana, solo en 2015, alrededor de 13 mil galenos decidieron irse del país.

Los destinos

Estados Unidos, España, Chile, Argentina y Ecuador son los principales destinos escogidos por la creciente ola de emigrantes venezolanos.

Según De la Vega, unos 260 mil venezolanos están radicados en Estados Unidos, cerca de 90 mil de ellos de manera irregular. Alrededor de 200 mil optaron por España, 150 mil por Italia y unos 100 mil por Portugal.

La mayoría de los que escogen Europa para emigrar lo hacen por ser descendientes de europeos y poseer la nacionalidad de sus progenitores.

Por una mejor calidad de vida

Familiares que se encontraban despidiendo a sus seres queridos en el terminal internacional manifiestan que aunque sientan mucha tristeza por verlos partir de su país natal, se sienten felices ante la perpectiva de que tendrán una mejor calidad de vida.

“Mi hijo luego de graduarse de bachiller con sólo 17 añitos se va a estudiar a Estados Unidos en búsqueda de una mejor calidad de vida y porque yo no quiero que estudie aquí por la inseguridad que estamos viviendo. Es muy difícil, pero uno como madre quiere lo mejor para sus hijos”; comenta una de las madres.

Manifestó que es lamentable que quienes son el futuro de nuestro país tengan que marcharse a otro en búsqueda de mejores oportunidades y que quisiera que Venezuela volviera a ser la de antes en la que se podía salir en las noches sin miedo a ser víctima de la inseguridad.

Por su parte, otra de las madres que despidió a su hijo se sentía muy indignada y aseveró que no era posible que los hijos de Venezuela tuvieran que marcharse del país porque “no existen oportunidades para quienes no trabajen con el Gobierno”.

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