Entre 192 y 228 bolívares se ubica el salario de los enfermeros venezolanos, lo que se traduce, a la tasa actual del Banco Central de Venezuela (BCV), en poco más de 5 dólares.
“Para sortear la inflación y poder cubrir gastos nos hemos visto obligados a emprender como reposteros o vendedores de cualquier cosa que permita resolver”, aseguran con pesar.
En muchos casos los profesionales “se turnan” con sus compañeros para ir a los hospitales o ambulatorios porque si no se les va todo el sueldo en pasajes.
“El que sigue viniendo es por amor al arte, porque estudió esto con vocación. Pero por lógica se gasta menos quedándose en casa. Podemos redoblar turnos, pero tampoco hace mucho la diferencia y de paso quedamos exhaustas”, expresó una enfermera que prefirió mantenerse en anonimato.
Indicó que esperaban el aumento salarial este año, pero que no hubo respuesta por parte del Gobierno Nacional, que solo anunció el bono de alimentación a 40 dólares y el ajuste del bono de guerra económica a 30 dólares.
Sumando todo no llega ni a la mitad de los 491 dólares que según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) son necesarios para cubrir la canasta básica familiar de agosto 2023.
Tortas, lazos, empanadas, comida rápida son muchos de «los resuelve» que tienen las enfermeras y los enfermeros, quienes en un buen día de venta pueden conseguir hasta tres veces más su sueldo quincenal.
“Yo vendo gelatinas de colores, a veces traigo flan o torta casera. Con 5 personas que me compren ya hice mi sueldo, y eso es en un solo día” comentó Brigitte Vargas.
La presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, Ana Contreras, corroboró esta situación como causa principal de la deserción, que ubica en un alarmante 70%.
“Están los que se van del país que han sido más de 7.000 desde el año 2018 y los que han hecho migración laboral, es decir, se han dedicado a lo que sea menos a su profesión buscando sobrevivir”.
Más rentable también es ofrecer sus servicios de forma privada, ya que pueden hacer en una semana el equivalente a 50 u 80 dólares, “pasando algún tratamiento intravenoso o cuando se consigue cuidar a algún paciente encamado, eso se cobra más caro. Pero eso no es algo fijo y hay que tener otras entradas de dinero” indicó Fabiola Pérez, quien además detalló que se han incrementado las aplicaciones de sueroterapia y eso también es una manera de resolver.