*Hidrocapital dejó de enviarles cisternas “porque no tienen cauchos”
María Elena Moreno
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Secos desde hace nueve meses se mantienen los vecinos de la Vereda Apamate de La Esperanza 4, en Carayaca, quienes denuncian que Hidrocapital se desentendió del suministro. Ahora deben pagar a camiones privados hasta Bs. 40 mil para llenar un tanque de agua.
Yelitza Mosqueda, vecina del sector, explicó que lo último que les dijeron en la hidroeléctrica es que no habían cauchos para las cisternas e incluso “nos mandaron a hacer una vaca para comprarlos nosotros. Aquí nos tienen marginados y ninguna autoridad voltea a mirarnos y menos a resolver nuestros problemas”.
Junto a un grupo de vecinos, informó que la última vez que recibieron atención por parte de la Gobernación fue hace cinco meses, cuando mandaron una jornada de “pipotada” con un par de cisternas en respuesta a una tranca de calle que hicieron en el sector Iberia.
“Si no es así no mandan nada, además no fue una solución completa porque aquí somos más de 200 familias y no todos llenaron. Los niños se están enfermando por la falta grave de agua y nadie hace nada”.
La falla con la recolección de los desechos sólidos también es otra situación que han denunciado. Dijeron que el camión del aseo dejó de buscar la basura hace unos cinco años, por lo que han tenido que quemar su basura o tirarla en un espacio donde se observa el alto grado de contaminación.
“A esto se le suma una pésima red de aguas servidas, por lo que cuando llueve mucho se salen las cloacas y las casas se inundan. Aún así, agradecemos cuando llueve porque es la única forma de conseguir un poquito de agua gratis”.
En alto riesgo
Desde el 2005, el caserío fue declarado en alto riesgo por Bomberos de Vargas, que ya han levantado actas en dos oportunidades. “Se están cayendo los techos de las viviendas y el problema con las aguas negras es crítico. Las paredes se están viniendo abajo. Hemos ido hasta para Caracas e Ivivar y nos dicen que hasta que el Gobernador no mande a desalojar no pueden hacer nada. Tienen que atendernos y no dejar que ocurra una tragedia”. /jd