Hasbely Bolívar
Las tuberías de aguas servidas de la Opppe 33, en Tanaguarena, colapsaron hace más de 10 días y las cloacas derramadas en todo el bulevar de Naiguatá perjudican a transeúntes y choferes.
Uno de los residentes comentó que ninguno de los vecinos quiere pasar el año nuevo en esas circunstancias y agregó que las cañerías siempre se rompen porque cuando construyeron los edificios dejaron muchas fallas.
Añadió que no se puede pasar por la vía porque implica mojarse los pies y que cualquier carro que pase a mediana velocidad los bañe de pie a cabeza.
‘‘Estamos expuesto a agarrar una infección respiratoria, un brote de sarna y hasta hongos. El hedor es cada vez peor. Tuvimos que colocar un puente improvisado con madera y algunos pedazos de colchones pero el río de aguas servidas ya lo dañó. No hayamos por donde pasar”.
Hizo un llamado a Hidrocapital para que se apersone a la zona y busque una pronta solución./jd