Isaac Morales
En la subida de Sorocaima, pasando el Centro Comercial Litoral, se observan a muchos vecinos provenientes de las parroquias Maiquetía y Carlos Soublette, quienes se apuestan desde muy temprano con garrafones para lograr abastecerse de una manguera que el personal del Hotel Ovetense pone a su
disposición.
“Gracias a esa gente del hotel que nos ayuda todos los días al pasarnos una manguera podemos solucionar algunas necesidades en nuestros hogares. Hay que decirle a Hidrocapital que no somos camellos”, dijo Rubén Zamora.
Comentó que el ciclo de la distribución del servicio es muy distante en la zona, ya que la pueden enviar cada 3 meses e incluso más.
“Para acá vienen personas discapacitadas, de la tercera edad y niños, a quienes más les afecta la falta de agua. Muchos no miden distancia ni peso para llenar sus envases que les sirve para preparar alimentos o asearse”.
Carmen Rada, de 54 años, vive en Quenepe. Manifestó que dos veces a la semana baja hasta el lugar para llenar entre 6 a 8 envases que les permite cocinar y hacer otras cosas.
“Tengo dos 2 hijas que son menores de edad. En ocasiones ellas me ayudan con potes pequeños o vienen con un vecino para hacer la cola, mientras que yo los traigo para llenarlos y luego subirlo con una carretilla”.
Los afectados de ambas parroquias le hacen un llamado a Hidrocapital para que los incluya con más frecuencia en el cronograma de distribución del agua./jd