María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- El año 2016 cerró con la cifra de 750 Comités Locales de Abastecimiento y Producción conformados, a los cuales se les han venido haciendo auditorías y monitoreos con el fin de no darle cabida a la “viveza y corrupción”, así lo informó Arnaldo Moscoso, miembro del Estado Mayor de Alimentación de GMAS Vargas.
“Desde mediados del año pasado, la milicia ha llevado a cabo estas inspecciones a los CLAP que han ido en crecimiento. Esto nos ha permitido corroborar los censos respecto a la población que hay y así evitar fugas”.
Aclaró que luego de estas revisiones, se constató que hay una confusión respecto al número de bolsas por grupo familiar, mientras destacó que quienes habiten en una casa con 7 miembros son los que reciben dos bolsas.
“Sin embargo, si sobra alguna, se le vende a quienes sean 5 o 6 personas. Todo depende del caso, porque cada comunidad es diferente. Es por eso que es tan importante la participación de jefes de calle o urbanismos dentro de la distribución”.
Partir de las necesidades reales para hacer censos fidedignos es la premisa de los CLAP. Detalló además que cuando alguna persona se muda de domicilio debe esperar 6 meses o menos para que el consejo comunal constate que está habitando en la comunidad y sea incorporado en las listas de alimentación.
Informó que a través de la Gobernación se están atendiendo actualmente 98.621 familias en las diferentes parroquias, Mercal se encarga de 43.774 familias, mientras que Pdval atiende 25.685 familias de los urbanismos de la GMVV.
“También estamos atendiendo 18.283 familias de las bases de misiones, donde hay pobreza extrema. Estamos cubriendo todo el estado y dando respuesta al tema de la alimentación”.
Incluso las bases de misiones que aún no tienen consejo comunal conformado, se les crea un CLAP que es atendido por algunas de las instituciones y de inmediato comienzan a disfrutar de los beneficios.
Abordaje productivo
Moscoso destacó que lo importante para el Estado Mayor de Alimentación no es quedarse solo en la distribución de comida, sino abordar la producción; por lo que están buscando impulsarla en El Junko, Carayaca, Naiguatá y Caruao.
“El año pasado hubo experimentos interesantes con la agricultura urbana y prueba de ello fue el acceso considerable que hubo a insumos hallaqueros. El mismo CLAP debe hacer inspección en sus comunidades para detectar espacios que se puedan destinar a la producción”.
Como incentivo, incluso se están coordinando préstamos con el Banco Bicentenario para entregar recursos para la siembra. “Ya estamos haciendo ferias los fines de semana con rubros cosechados en Vargas, lo que es satisfactorio”.
Mencionó además que el Estado, a través de los comités, ha participado de forma activa en la confección de uniformes escolares, entrega de juguetes, entre otras cosas.MEM/va