El pueblo de Vargas padece por la falta de agua, la interrupción del servicio eléctrico, la falta de recolección de la basura, el sufrimiento de realizar colas para tratar de conseguir qué comer, qué medicinas adquirir, qué repuestos buscar para los vehículos particulares y los que prestan «servicio público», señala Derbert Muñoz, dirigente regional de Primero Justicia.
“Ya estamos al borde de una emergencia sanitaria por la contaminación y descomposición de la basura que está a la vista de las autoridades y de un pueblo silente y paciente. También es sumamente grave la situación del transporte, público donde el usuario está condenado a hacer colas kilométricas para transportarse o definitivamente realizar su travesía a píe, o como se decía antes ‘a tracción de sangre’, al mejor estilo de lo que se llamó el camino de los españoles”.
Manifiesta que mientras las autoridades transitan en sus lujosos vehículos con chofer y escoltas, al varguense lo que le queda es un cementerio de autobuses chinos como trofeo, a la vez que se pregunta quién o quiénes se enriquecieron con el dinero del estado. MLA/