Más de 500 alumnos de la escuela Rafael Rangel, ubicada en Carayaca, se quedaron sin alimentos porque un grupo de antisociales hurtó la comida; y, para completar, se llevaron el congelador.
Liliana Alemán, representante, explica que esto viene ocurriendo con mucha frecuencia en el centro educativo, y los más perjudicados son los estudiantes, quienes en varias oportunidades se han quedado sin poder recibir clases.
Resalta que los roba-escuelas se meten por la parte de atrás, “saltan el muro cada vez que le da la gana porque no hay vigilancia policial, y eso lo hemos denunciado en muchas ocasiones”.
Indica que también están solicitando la renuncia de los directivos por considerar que no hacen nada para solventar la situación, y año tras años los hechos vandálicos se repiten./BR/va