En la provincia rusa de Oremburgo 29 personas murieron intoxicadas y otras 25 están hospitalizadas por el consumo de alcohol adulterado. Las autoridades capturaron a 9 sospechosos de haber adulterado la bebida.
Los análisis encontraron etanol en los fluidos corporales de los afectados en una concentración entre 3 y 5 veces superior a lo que sería una dosis letal.
El gobernador de la región, Denis Pasler, emitió un alerta a la población para que no compre alcohol y ordenó una inspección a gran escala en las licorerías para retirar las bebidas consideradas sospechosas.
«Hasta que las investigaciones concluyan, beber alcohol puede ser mortal», expresó Pasler.
Las autoridades rusas endurecieron en 2016 sus medidas sobre la producción y venta de bebidas, medicamentos, perfumes y otros líquidos que contienen un alto porcentaje de etanol, tras un caso de intoxicación masiva por alcohol adulterado en Siberia que mató a 71 personas.