María Lourdes Arráez.- “Hay que apartar el odio, debemos ir a los puntos de encuentro, avanzar con las diferencias que existen, pero pensando en la seguridad y en la calidad de vida de los venezolanos”, destaca el diputado electo César Alonso, quien asegura que el país no merece vivir en estas condiciones y que es el momento del reencuentro de todos los venezolanos.
Pide al presidente Nicolás Maduro que rectifique, resaltando que el pueblo clama que llame al encuentro de la nación para sacar a Venezuela adelante, pues se puede mejorar el desabastecimiento y la escasez haciendo las cosas de manera correcta.
“Administro la victoria con humildad y los principios que mi familia me ha inculcado, vamos a cumplirle al pueblo. El compromiso de César Alonso con mi pueblo es luchar día a día por hacer las cosas bien, estar en contacto con las comunidades para escuchar sus planteamientos y denuncias, vivir lo que el pueblo vive para tener noción clara del sentir de la gente”.
Indica que Chávez manipuló y utilizó el ardid de los 40 años de la cuarta república como Maduro ahora utiliza la supuesta guerra económica para justificar la crisis, manifestando que hacen una lectura incorrecta de la derrota pues no aceptan que uno de los elementos que ha hecho el mayor daño es la corrupción, “es temerario seguir jugando con la inteligencia del pueblo, no es un mensaje real ni claro responsabilizar a los otros de las empresas expropiadas, debemos saber cuál funciona de manera positiva, cuántas hectáreas productivas hay”.
Asegura que la mayoría de las obras ejecutadas en Vargas no responden a las necesidades de los varguenses, “no hay políticas coherentes en temas como el agua, hay cosas que son prioridades. Vamos a exigir el seguimiento de las obras que se están realizando ya que unas de las funciones de la Asamblea Nacional es la de controlar”.
“Estamos unidos y comprometidos más que nunca con Vargas, las luchas continúan y más temprano que tarde lograremos un país y estado con felicidad, éste es un pueblo de héroes que se levantaron y dijeron no más. Gracias por el cariño y la confianza, por haber roto las cadenas del miedo y la coacción”. MLA/jd