Luis López
Más de 20 buses rojitos de la empresa de la Gobernación y un aproximado de 60 de las líneas privadas, salieron a trabajar desde la madrugada de este lunes, luego de 3 semanas de radicalización.
Durante la mañana fue notorio el elevado número de usuarios que iban parados en los buses a pesar de que es sumamente riesgosa la aglomeración y había suficientes unidades en servicio, incluso rojitos que tienen la capacidad para 50 pasajeros sentados.
Omar Ledesma, chofer, dijo que hubo un alto número de usuarios y que una y otra vez él tenía que exigir el uso de tapabocas de manera correcta.
«Hubo mucha gente parada dentro del carro, sin tapaboca, lo cual es un riesgo para todos. En eso se pierde tiempo diciéndole a la gente que lo use correctamente, para que realmente sirva para evitar el covid y valga la pena cargarlo, porque como adorno realmente el tapaboca no sirve».