Hasbely Bolívar
En materia de reparaciones y mantenimiento de infraestructura, es mínimo el aporte presupuestario que ha recibido la sede Litoral de la Universidad Simón Bolívar (USB) en Camurí Grande, por parte del Ministerio de Educación Universitaria, lo que se traduce en el deterioro que tiene a la casa de estudios de mal en peor.
El profesor Elvin Barreto indicó que desde antes del 2020 la universidad ya venía arrastrando un fuerte déficit presupuestario. «Las partidas apenas alcanzaban para el mantenimiento mínimo de las áreas verdes y techadas. Reparaciones, compras de equipos de trabajo, ampliaciones y otras acciones, son imposibles».
Recalcó que el mantenimiento de la institución quedó a cargo de la mística y voluntarismo de los mal remunerados trabajadores universitarios, quienes prácticamente hacen magia para que no se convierta en ruinas.
Y a pesar del llamado qué le han hecho a los entes competentes sobre la importancia del mantenimiento oportuno para evitar daños irreversibles o muy costosos, estos no han hecho nada al respecto y cada día la universidad, en su momento una de las más hermosas del país, siga perdiendo su brillo.
Más Patria, menos conexión
Enfatizó que los profesores más allá del bajo salario, sufren los estragos de un precario sistema de bienestar y seguridad social y aunado a eso, carecen de acceso a materiales y herramientas de trabajo básicos como una buena conexión a internet.
La precaria conectividad, los costos que implica hasta el plan más básico de internet y el cada vez más deficiente servicio eléctrico hacen muy difícil las clases a distancia, que pese a los obstáculos, se siguen impartiendo.
«La USB en una oportunidad aportó un bono de conectividad de unos $3 trimestral para costear los gastos de internet. No hubo más bono luego que las nóminas pasaron al control absoluto de la plataforma Patria».