El ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, país que ocupa la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), dijo que será difícil convocar para la próxima semana la reunión sobre la crisis colombo-venezolana por la apretada agenda de los cancilleres.
Nin, encargado de convocar este encuentro, explicó que tras recibir ayer la solicitud de reunión por parte de la canciller colombiana, María Ángela Holguín, ha comenzado la ronda de contactos y algunos ministros le han confirmado que estarán de viaje en los próximos días.
“He constatado en estas conversaciones telefónicas que la agenda de los cancilleres está muy compleja”.
Entre los viajes previstos destaca el que hará la ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, quien comunicó a Nin que la próxima semana estará en Asia y no regresará hasta el 8 de septiembre, fecha que el canciller uruguayo le parece demasiado lejana “para la gravedad de la situación”.
Parte de la frontera colombo-venezolana permanece cerrada desde hace nueve días por orden del presidente Nicolás Maduro que argumentó la supuesta presencia de paramilitares del vecino país y la lucha contra el contrabando.
Desde entonces, alrededor de 5.300 colombianos han cruzado la frontera, de los cuales más de un millar han sido deportados sumariamente y el resto han huido con sus pertenencias a cuestas ante el temor de correr la misma suerte, una situación que Nin calificó hoy de “tragedia humanitaria”.
Este miércoles las cancilleres de Colombia y Venezuela se reunieron en Cartagena para reducir la tensión, una intención que saltó por los aires ayer, cuando autoridades venezolanas no acudieron a una reunión prevista con una delegación colombiana en la frontera.
Tras el plantón ambos países llamaron a consultas a sus embajadores y el Gobierno colombiano pidió a la Unasur una reunión para abordar esta crisis.
En este sentido, el canciller uruguayo aseguró que se están haciendo “los máximos esfuerzos” por parte de la organización para que esta situación no “continúe en una escalada que no sabemos dónde puede parar”.
Tras conocer las palabras de Nin, Holguín declaró en la misma emisora que conversaría con él para que “vaya una misión de Unasur” a la frontera.
“Lo que nosotros queremos es que sea ya. No esperar diez días más a esta avalancha de colombianos asustados”, apuntó la ministra colombiana.
“Es la primera vez que escucho que se deporta a la gente para que no haya contrabando, las medidas de contrabando tienen origen económico y hay que tratarlas como tal. Nos parece que es una situación muy grave”, agregó.
Con respecto a las críticas sobre una supuesta actitud pasiva de la Unasur, el canciller recordó que este organismo “no puede actuar de oficio” y que en cuanto han recibido una solicitud, en este caso de Colombia, han comenzado a actuar.