Una flor para honrar memoria de varguenses

Lorena Correa.- Tras celebrarse una misa en el templo María Madre de la Iglesia, en Carmen de Uria, Naiguatá, para conmemorar a los fallecidos durante la tragedia del 99, los sobrevivientes le piden a las autoridades gubernamentales la pronta recuperación de la casa de Dios, así como sanear la comunidad.

La eucaristía estuvo presidida por el obispo Raúl Biord, quien, como cada año, le pidió a los sobrevivientes renovar la fe. “Es importante darle gracias a Cristo por la señal de salvación, pedir con fervor para el eterno descanso de los difuntos y agradecer por estar vivos”.

Indicó que las familias deben sembrar conciencia ecológica, reflexionar sobre lo ocurrido el 99 y hacer siempre oraciones enérgicas.

Al finalizar la misa, los parranderos de Naiguatá ofrecieron dos temas de su repertorio en memoria de las víctimas. Para posteriormente caminar acompañados por la imagen de la Virgen de Fátima y el párroco Alberto Castillo, quien al llegar a la orilla del mar pidió por los desaparecidos y por su descanso.

Testimonios

Julio Díaz, custodio del templo, aseguró que vive del timbo al tambo. Después de cuatro años de lucha se fue a Barquisimeto con su hija y logró hacer su casita, sin embargo, no ha dejado de volver a Vargas.

“Quiero estar más cerca de la iglesia. El tercer día de la tragedia llegué a ver qué había quedado, pero me di cuenta que el río se había llevado todo, y decidí pedir ayuda para reconstruirla. Luchamos, hicimos proyectos, maquetas, pero no tuvimos ninguna respuesta”.

Indicó que todavía tienen la esperanza de recuperar su comunidad. “A nadie se le ha dado explicación de por qué arrojan escombros, basura y animales muertos aquí. A diario entran hasta 100 camiones y no sabemos quién los manda. Más de 800 personas fallecieron con el deslave, pero durante los últimos años han muerto muchas más por la añoranza; el sentimiento, la nostalgia y la tristeza por no poder volver a su espacio”.

Yudi Rodríguez, explicó que el principal problema en el lugar es el botadero de basura, situación denunciada ante el Gobernador, quien al parecer ha hecho caso omiso.

“La iglesia fue lo único que nos dejó la tragedia. Al inicio del deslave dijeron que iba a ser un camposanto, nosotros nos opusimos y después hablaron de hacer un parque, varias de las personas que quedamos estuvimos de acuerdo, pero al final solo es un botadero de basura. Carmen de Uria da más dolor ahora que cuando vimos la tragedia”.

Estela Romero, indicó que ella y sus familiares se defendieron de la muerte, sin embargo, perdió a muchas personas con las que compartió por 33 años. Asegura que se perdieron familias completas, porque a la hora del deslave estaban durmiendo.

“Para nosotros es doloroso, y tenemos este lugar para honrar la memoria de todos nuestros hermanos fallecidos. A 16 años de ese terrible episodio, le exigimos a las autoridades un plan de mitigación de riesgos, y que se construyan las obras de envergadura que son necesarias para minimizar todos los peligros. Vargas frente a los desastre naturales está de manos atadas; 47 cuencas hidrográficas, 123 lechos de ríos nos hacen altamente vulnerables a las lluvias. Además se debe impulsar un plan de saneamiento ambiental, porque se está generando gran contaminación”.

Señaló que se llegó a un acuerdo con el Gobierno Nacional para que Carmen de Uria fuera un camposanto, y también se acordó la reconstrucción de la iglesia.

Detalló que en la calle Coromoto tuvieron que pasar por encima de muchos techos, y salieron en la escuela Los Caracas. “No contamos con el apoyo de los militares, en ese momento estaban custodiando un material electoral, pues ese día se estaban celebrando los comicios por la constituyente. Nosotros solos fuimos en auxilio de nuestros familiares, los militares llegaron cuando el trabajo ya estaba hecho”.

“Todavía hay familias damnificadas”

Informó que a 16 años de la tragedia es increíble cómo todavía hay familias que no tienen hogar. “Las autoridades han traído personas de otras localidades de país y aún en Vargas hay damnificados viviendo en terribles condiciones, esperando por el apoyo del Gobierno”, dijo Romero.

Edgar Barreto, miembro de la Peregrinación de la Virgen de Fátima, explicó que en una oportunidad, llegando a Los Corales una fuerte brisa y les apagó la antorcha, lo que para ellos significó que las personas fallecidas en la tragedia estaban molestas porque no pudieron salvarse de la ola de barro.

“Hemos sufrido muchas dificultades durante estos 15 años de peregrinación; de repente hay un sol inclemente y luego llueve muy fuerte, se apaga la antorcha, se moja la virgen”.

Nelson Galvis, indicó que se debe respetar la iglesia. “Aquí ocurrió un acontecimiento que marcó a Vargas, y donde murieron muchas personas. Por eso le hacemos un llamado a las autoridades para que respeten este lugar; es una parroquia eclesiástica y está dentro de la iglesia católica”.

Resaltó que si las autoridades quieren hacer una intervención deben coordinar con el obispo Raúl Biord. “Aquí hay un ecocidio ambiental; anteriormente era una zona de muchos árboles y se ha transformado en grandes montañas de arena y escombros, además se ha instalado la santería”.LC/ar

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