Los premios Beazley 2020, que entrega el Design Museum de Londres, distinguieron como Mejor Diseño del Año a un “sube y baja” ideado por los arquitectos Ronald Rael y Virginia San Fratello que atraviesa el muro fronterizo y permite que niños desde ambos lados de la frontera puedan jugar juntos.
La obra lleva el nombre de ‘Teeter-Totter Wall’ (“Muro del balancín”), y es una creación en la que participó el Colectivo Chopeke, una comunidad de arquitectos que busca solventar la falta de vivienda digna en México.
Los tres balancines permiten que los niños de El Paso, Texas y la comunidad de Anapra en Juárez, México, jueguen juntos a pesar del muro de 6 metros.
“Usar un sube y baja muestra que somos iguales, y podemos estar juntos jugando y divirtiéndonos. El muro corta éstos vínculos que tenemos”, expresó el arquitecto. “Mira, lo que sucede en un lugar tiene un impacto en el otro, y eso es lo que exactamente hace un sube y baja”, añadió Rael.
Debido al contexto sensible del muro, el proyecto tardó diez años en realizarse. Estuvo en vivo por poco menos de veinte minutos, pero el tiempo suficiente para que se volviera viral. Aunque fue una instalación temporal, Rael dijo en Instagram que el evento estuvo «lleno de alegría, emoción y unión en el muro fronterizo».
«El balancín de la frontera alentó nuevas formas de conexión humana», dijo Tim Marlow, director ejecutivo y director del Museo del Diseño.. «Sigue siendo un recordatorio ingenioso y conmovedor de cómo los seres humanos pueden trascender las fuerzas que buscan dividirnos».