Glorimar Galindo, residente de Carayaca, denunció un acto de negligencia en el área de trauma shock del Seguro Social, en La Guaira, luego de que la médico de guardia atendiera incorrectamente a su tío quien necesitaba atención urgente por un ACV y murió por falta de atención.
El sábado 3 de julio trasladaron a Félix Hernández, de 59 años, en la ambulancia del Hospital Eudoro González de Carayaca hasta el Seguro. Hernández tenía la cara, el brazo y la pierna del lado derecho entumecidos, no podía hablar ni tampoco abrir los ojos.
Fue ingresado al hospital por la médico cirujano de guardia en ese momento, pero no fue sino 2 horas después que le informó a Galindo que debían realizarle una tomografía urgente para conocer más a fondo la condición, además le dijo que el centro de salud no tenía ambulancia activa por lo que debían canalizar el traslado por su parte y bajo su responsabilidad.
“Cuando le pregunté si mi tío soportaba hasta el día siguiente mientras le conseguíamos la tomografía solo respondió que aguantaría si estaba en la misericordia de Dios”. Los familiares se vieron en la necesidad de solicitar el apoyo del secretario de Seguridad Ciudadana, Andrés Goncalves, para trasladar al paciente a otro centro de salud.
“Recibimos su respuesta inmediatamente, primero nos envió 2 ambulancias pero como no contaban con oxígeno no podíamos trasladar a mi tío hasta Catia la Mar, sin embargo después nos envió la tercera con los requerimientos necesarios. Estamos totalmente agradecidos con él por el apoyo”.
Luego de manifestarle a la doctora que el transporte estaba listo le respondió que no podía montarse en esa ambulancia porque no pertenecía al hospital y no estaban autorizados de salir así. Tras realizar la tomografía, les enviaron los resultados por WhatsApp y ella les respondió que ya se los había reenviado al especialista del área de neurología.
Las horas pasaban y no tenían una respuesta acerca del examen. “Mi tío estaba debatiéndose entre la vida y la muerte, así que me vi en la obligación de enviarles un mensaje de texto casi a las 2 de la madrugada a la doctora y al neurólogo”.
La respuesta del neurólogo fue que los resultados los debía enviar el médico de guardia y no ella, además de que no tenía conocimiento de su caso. Cuando trataron de ubicar a la doctora de guardia le informaron que se había ido a descansar, “porque estaba muy agotada”.
No fue sino hasta las 8 de la mañana cuando lograron ubicarla al salir de su turno, pero solo les dijo que estaba a la espera del diagnóstico del neurólogo, siendo esto falso ya que se lo habían enviado durante la madrugada.
“Lamentablemente mi tío fue víctima de la indolencia y negligencia médica que causó su muerte, es muy triste ver como el personal sanitario puede llegar a ocasionar un daño físico o moral por obrar mal. Esa doctora me dijo que mi tío viviría si estaba en la misericordia de Dios, pero yo le digo que ella fue la que no tuvo misericordia”.
Galindo hace un llamado a la directora del hospital, Joicymar Rivas, para que evalúe nuevamente a su equipo de trabajo y tome las medidas correctivas necesarias para evitar situaciones similares más adelante. / VC.
Glorimar Galindo: “La vida es un derecho consagrado y nadie tiene derecho a quebrantarlo”