Familiares y amigos de los privados que son custodiados por el Cicpc en el retén de Caraballeda, protestaron este miércoles, tras conocer que la visita a los casi 100 reclusos fue suspendida sin razones aparentes.
Alejandra Sánchez, familiar de uno de los privados, manifestó que les habían prometido que accederían a los niños para que compartieran con sus padres, pero al llegar en la mañana con las ilusiones de mantener contacto con sus privados recibieron información de que no se cumpliría la visita.
“No han aceptado la ropa ni la comida, estamos desesperados porque escuchamos disparos y desconocemos lo que pueda estar ocurriéndole a mi hijo”, dijo Johel García.
Ambos familiares sienten la violación de los derechos humanos, y aseguran que el 90% de estos detenidos cuentan con orden de traslado a penitenciarias, pero no son trasladados por falta de cupo.
En los retenes no cabe un preso más
De manera extraoficial, se conoció que la condición de hacinamiento tanto en el retén de Caraballeda como en el de Macuto se agudiza, y en cualquier momento se pudiera detonar una situación irregular dentro de los centros.
“En las celdas dispuestas para el Cicpc, que son solo dos con medidas de dos por tres metros, hay 120 detenidos, mientras que en el ala donde es responsabilidad de Polivargas cuentan con 20 adolescentes privados y 39 femeninas”, explicó una fuente anónima.
Añadió que en las celdas de Macuto hay otros 200 presos, y que en ninguno de los dos centros han efectuado traslado a cárceles por falta de cupos desde hace más de tres meses.
Autoridades y privados negociaron acuerdos
Informó el Secretario de Seguridad Ciudadana, que ante la situación presentada escucharon a los familiares y privados, comprendiendo que la situación de hacinamiento es una de las causas fundamentales por las que se producen estas reacciones.
“Explicamos que en ninguno de los retenes podemos dar el acceso para que entren los niños a realizar la visita. Comprendemos que es un tema neurálgico, pero para nosotros la prioridad es proteger a los menores, y más aún en las condiciones de hacinamiento que hay. Les pedimos por favor su cooperación y entendimiento”.
Indica que luego de la tensa situación vivida y pactados los acuerdos en los calabozos del Cicpc, dispusieron un aire acondicionado, pintaron las paredes y limpiaron los espacios para humanizar las celdas.
“Les fue entregado todo lo que sus familiares les enviaron y les garantizamos sus derechos contemplados en la Ley”.
Vecinos alarmados exigen reubicación del retén
La tensa situación que se vivió, le puso los nervios de punta a los vecinos de la comunidad de Caraballeda.
Marta Oropeza, aseguró que escuchaba las detonaciones dentro del centro y temía por la seguridad de su familia.
“Por lo general esto es una zona tranquila y hoy ha sido todo un revuelo, hay guardias y policías por todos lados. Tenemos miedo porque escuchamos los disparos y desconocemos qué pasa, considero que ese centro de reclusión debe ser reubicado, pues ésta es una zona residencial”./ar
