Tres personas murieron, una de ellas decapitada, por un ataque con cuchillo este jueves en el interior de una iglesia en la ciudad francesa de Niza, por un islamista tunecimo que llegó a Europa en septiembre a través de la isla italiana de Lampedusa. Las víctimas son dos mujeres y el párroco de la basílica.
El ataque se produjo dentro de la basílica Notre-Dame, en pleno corazón de esta ciudad de la Riviera Francesa. El atacante, que intentó esconderse en un baño de la iglesia, fue detenido y está siendo interrogado, tras ser trasladado a un hospital con una herida de bala.
La víctima decapitada es una anciana de 70 años, mientras que la otra mujer consiguió salir del templo y buscó ayuda en un café cercano, pero no logró sobrevivir a las heridas.
El alcalde de la ciudad, Christian Estrosi, habló de “islamofascismo”, el nuevo concepto que se abre camino en Francia para calificar el islam radical y violento. Según relató, el atacante repetía “Allahu Akbar” (Alá es grande) mientras era atendido por el personal médico.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, anunció en Twitter una “reunión de crisis”. La Prefectura de la policía de la región Alpes Marítimos señaló que hay una operación en curso en esa zona de la ciudad pero no avanzó más detalles.
Por su parte, el primer ministro francés Jean Castex ha decretado el nivel máximo de alerta y ha aseverado a la Asamblea Nacional francesa que la respuesta del gobierno al ataque sería “firme e implacable”.
Este ataque se produce 13 días después que un inmigrante checheno decapitara a un profesor de escuela cerca de París por enseñarle a sus alumnos caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.