Laura De Stefano
Comer o pagar por un camión cisterna es la disyuntiva en la que se encuentran los habitantes del sector La Cancha, en La Capilla, Catia la Mar, porque tienen un año y tres meses sin agua por tubería.
Manifestaron que gastan un promedio de 30 a 40 dólares para llenar sus tanques, los cuales deben extender por más de 15 días para sobrevivir la prolongada sequía. Señalaron que no pueden ni sembrar una planta porque es un lujo desperdiciar el agua en el riego. “El Gobierno nos pide cultivar en casa”.
Los afectados son aproximadamente unas 700 familias, un promedio de 2 mil personas. Señalaron que cuando Hidrocapital bombea, el agua solo llega hasta la entrada de El Tamarindo porque no tiene suficiente fuerza para subir. Además el suministro dura un día.
Hace dos años la comunidad invirtió $700 en la reparación de la bomba, pero no pueden ponerla a funcionar por falta de presión. La única excusa que reciben de la hidrológica es que el agua viene del sistema de Caracas o que se rompe la tubería.
Genaro Verde olvidó ya desde cuándo no ve correr agua por tubería. Señaló que contaban con una bomba que se dañó. Después de mucho sacrificio la cambiaron, pero le colocaron cemento y la pusieron directa.
Si en las próximas semanas no solucionan el problema del abastecimiento, tomarán las calles porque están cansados de vaciar sus bolsillos por unas cisternas.