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Último adiós al Diablo Mayor

* Fue fundador de la Asociación Nacional de Diablos Danzantes en Venezuela y logró su reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la Unesco

 Luis Ortega .- Con el toque de llamado de la tambora, la Cofradía de los Diablos Danzantes de Naiguatá realizaron su baile para despedir al Diablo Mayor, Norberto Iriarte, luego de la celebración de la misa de cuerpo presente en la emblemática Iglesia Coromoto, ubicada en Pueblo Arriba.

Familiares, cofradía y comunidad en general se hicieron presentes en la ceremonia mágica religiosa de despedida.

Se recordó durante el sepelio la importancia de mantener las tradiciones de generación en generación. Cabe destacar que los únicos ausente fueron las autoridades regionales y municipales.

Al cerrar las puertas de la Iglesia, dio inicio el baile de despedida donde se rindió un homenaje y tributo mítico al Diablo Mayor. El sonido del tambor, las campanas y la danza de la diablada lo acompañaron hasta el cementerio de Naiguatá para su sepultura.

Para la comunidad de Naiguatá, Norberto Iriarte fue el mejor embajador de la cultura y del gentilicio local. Lo recordarán como un ser humilde en sus acciones, ético y testimonio de las tradiciones familiares.

Se despiden los Diablos

Naimar Liendo, integrante de la cofradía, manifestó que recordará al Diablo Mayor como un “padre y maestro por sus enseñanzas, su baile, por las tradiciones que forjó en el pueblo, un líder, un hermano”.

Para José Gregorio Audes, fue “el heredero del tambor, la parranda y la fulía que nos quedó desde Ciriaco Canta Bonito. Aprendimos gracias a él a hacer nuestros Diablos con magia, fe y tradición”.

Petra Díaz, afirmó que “nos enseñó a danzar y a preservar nuestra cultura, como decía él, con nuestros pies, manos y con la gente. La cultura es un libro y nosotros somos los escritores”.

Vino el Capataz de los Diablos de San Millán

 Tocando maraca y ofreciendo cantos religiosos, David Bolívar, Capataz de los Diablos Danzantes de San Millán, acudió para despedir a su hermano de credo y religión. “Es un hasta luego, nos une la lucha y la tradición familiar. El fue fundador de la Asociación Nacional de Diablos Danzantes en Venezuela y logró su reconocimiento ante la Unesco”.

Recalcó que “Norberto nos deja como legado resguardar una tradición de más de 400 años y preservar este sacrificio mágico que día a día crece como una hermandad sin fronteras”. 

El próximo Diablo Mayor

Antes del próximo Corpus Cristi se dará a conocer quien será el sucesor de Norberto Iriarte como Diablo Mayor de la Cofradía de Naiguatá, según la tradición.

Están postulados para este honor, el hermano de Norberto, Elio Iriarte y Henry Hernández, ambos con una trayectoria de más de 50 años.

Recordemos que el Diablo Mayor es el responsable de resguardar los saberes populares de la Cofradía. Es un guía espiritual, orientador de los ritmos de los Diablos Danzantes, así como quien realiza las iniciaciones./jd

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