Último adiós a Carlos Hernández
Carlos Jadiel era un joven estudioso y apreciado por compañeros y vecinos
Laura De Stefano
Familiares, compañeros de clases, y docentes del Fe y Alegría dieron su último adiós a Carlos Jadiel Hernández Torres, el niño de 14 años que fue arrollado el viernes pasado por una patrulla, al parecer del Sebin, según testigos del accidente.
El dolor, la rabia e impotencia era el ambiente que reinaba este domingo en la funeraria Capilla Colonial por tan lamentable pérdida, pues Carlos, quien era el mayor de dos hermanos, fue un joven tranquilo y amoroso. Y una muestra de ello era la cantidad de personas que acudieron a su funeral.
Juan Carlos Hernández manifestó que su hijo era un niño extraordinario, inteligente y bondadoso. “Era honesto, amable y muy tranquilo, no tenía malas costumbres. Cualquier persona puede corroborar esta información”.
Dijo que ellos reunirán toda la información sobre el accidente, porque por las redes sociales no está claro lo que sucedió. Visité el sitio del accidente y hablé con varias personas que estaban allí, quienes me dijeron que Carlos estaban cruzando el paso peatonal y la patrulla venía por el canal rápido, y para adelantarse a un autobús, se llevó a mi niño”.
Al parecer hay videos y fotos que demuestran que los funcionarios no se detuvieron ni regresaron por el niño. “Haré todo lo necesario para que se haga justicia por la vida de mi hijo que fue muy amado. Sabemos que nada nos lo regresará, pero merece justicia”.
Su tía Liliana Macías relató que ese fatídico día, el viernes 4 de abril, su sobrino pidió permiso a su mamá para ir a una piscinada en un edificio en El Teleférico. “Al principio se negó, porque como madre siempre desconfiamos de todo. Pero, insistió en que quería divertirse con sus amigos”.

A las 2:00 pm se encontraban todos en la parada de El Teleférico a la espera de un quinto niño que se había retrasado. Carlos cansado decide retirarse y cruza la vía, con el infortunio de que una de las cholas queda en medio del rayado cerca de la acera.
Es en ese momento que se devuelve a buscarla, pero un autobús estaba allí cerca e impidió la visión del canal contrario. Fue tal el impacto que recibió de la patrulla que su cuerpo terminó unos 30 metros aproximadamente del lugar donde se encontraba.
“Sus compañeros relataron que la patrulla, que venía a exceso de velocidad, jamás se detuvo ni se devolvió a auxiliarlo. Funcionarios de Protección Civil fueron los primeros en auxiliarlo, lamentablemente no tenían ambulancia y tuvieron que solicitar el apoyo de Seguridad Ciudadana. Llegó al hospital sin signos vitales”.
Robert Rodríguez expresó entre lágrimas que su sobrino era muy tranquilo, de buen corazón y sentimientos, “es una lástima esta pérdida. Era fanático del FC Barcelona y como a todo niño le gustaba los videos juegos. Cursaba 2º de bachillerato en la UEP Simón Bolívar Fe y Alegría, mención Aduanas, en Caraballeda.

Neida Hernández, profesora de segundo año del Fe y alegría, señaló que era un niño tranquilo y buen compañero. Tenía muchos muchos compañeros que lo apreciaban, porque era jovencito amigable.
“Es una pérdida irreparable, un dolor muy grande porque apenas comenzaba la vida. De una manera tan irresponsable le arrebataron los sueños a un niño en un accidente donde el chofer iba a exceso de velocidad”./jd