*El joven tenía registro por robo agravado
en la Subdelegación La Guaira
Amy Torres
Una comisión de pesquisas de la Brigada contra Robo de la policía científica fue recibida a punta de plomo por un sujeto desde la quebrada Tacagua, a la altura de Zamora, en la parte baja del sector La Ceiba, Catia la Mar.
Tras el ataque, los efectivos de la Subdelegación La Guaira debieron responder con sus armas, por lo que resultó herido el joven de 25 años, que fue llevado hasta el hospital Alfredo Machado, donde ingresó sin signos vitales.
El occiso respondía al nombre de José Ramón Mayora Guillarte, alias “El Tuqueque”, quien según el portal del Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene su residencia en El Jabillito, en Charallave, estado Miranda. Se le incautó un arma de fuego tipo pistola, marca Browning, calibre 9 mm con los seriales devastados, así como siete conchas percutidas de mismo calibre.
Según fuentes policiales, Mayora tenía registro desde julio por el delito de robo agravado en la Subdelegación La Guaira.
En el lugar había gran cantidad de uniformados debido a que vecinos y familiares se abalanzaron sobre la comisión actuante. Entre los cuerpos que prestaron apoyo se encontraban Secretaría de Seguridad Ciudadana, Polivargas, Subdelegación y Eje contra Homicidios del Cicpc.
Afortunadamente, los ánimos se calmaron a los pocos minutos por lo que no hubo necesidad de hacer uso de la fuerza.
“Dicen que acababa de robar y es mentira”
“Él, su hermano y un muchacho al que le dicen “Ocumo” estaban sacando arena del río, cuando llegó la petejota, lo paró y le pidió que levantara las manos. Luego vino otro funcionario que le dio el tiro en el pecho. José preguntó por qué le disparaban y le volvieron a dar otro”, relató consternada su tía Yamilet Garcés.
Aunque admitió que el joven en el pasado estaba “en sus andanzas”, dijo que ya estaba calmado. “Antes robaba, pero tampoco era un asesino”.
También expresó su molestia por la actuación policial. “Si te lo vas a llevar preso, hazlo; pero no lo mates así como un perro. Dicen que fue un enfrentamiento y que acababa de robar y eso es mentira”.
Aseguró que había testigos de lo ocurrido, mientras que contó que los efectivos impidieron que la familia se acercara a auxiliarlo. “No entendemos por qué si ya estaba muerto se lo llevaron al hospital, cuando debieron esperar a la medicatura forense. Después volvieron a la zona y echaron tiros. ¿Qué estaban haciendo?”.
Mayora tenía cinco meses sacando arena de la quebrada, la cual vendía para su sustento. Tenía tres hijos: un varón de 6 años y dos niñas de 4 y 1 año, respectivamente. Era el mayor de cuatro hermanos, dos de ellos hembras. “No tenía antecedentes y nunca estuvo preso”, recalcó la afligida mujer.