Protestan por la paralización del comedor, la inseguridad, la falta de recursos y los bajos sueldos de los profesores
María Lourdes Arráez
mlalaverdad@gmail.com
La falta de comida en el comedor desde hace dos semanas fue el detonante para que los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar, sede Litoral, decidieran cerrar. Iniciaron con el portón de la institución y luego la vía que comunica a Naiguatá con Los Caracas, con la intención de exigir que atendieran esa y otras solicitudes para mejorar la atención de todos los gremios que hacen vida en esa casa de estudios.
Acompañados por profesores, obreros y personal administrativo, exigieron que también se solventaran las fallas que por la insuficiencia del presupuesto deben sortear, como el déficit de unidades de transporte, las fallas en el alumbrado tanto de las aulas como de las áreas externas y las vías dañadas por el paso de cisternas, entre otras.
Hace un mes en el comedor solo servían cochino y naranja, pero desde hace dos semanas se quedaron sin insumos, por lo que los más de 400 estudiantes residenciados que vienen del interior del país se las ven negras para poder alimentarse.
Génesis Anahole, presidenta del Centro de Estudiantes de la USB Litoral, explica que han cumplido con todos los pasos que les ha solicitado el Ministerio para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. “La burocracia que ellos aplican la hemos cumplido, por eso estamos aquí protestando porque no nos han dado solución. La universidad de la excelencia está pasando hambre en este momento y nosotros los estudiantes no vamos a permitir que eso siga ocurriendo”.
La estudiante Elimduy Terán denuncia la discriminación que le aplican al centro, pues mientras al resto de las universidades les dan insumos, a ellos los mantienen sin nada. “Estamos cansados de que a la Marítima le llegue todo y a nosotros no nos llegue nada. Todos somos iguales y todos tenemos los mismos derechos”.
Hace un llamado al Gobernador, al Presidente que acaba de ganar las elecciones porque “todas las universidades debemos recibir el mismo trato. No tenemos comedor, no tenemos con qué reparar los autobuses. Entonces, qué es lo que quieren ellos, profesionales a punta de uña. Estamos cansados de esto”.
Yessica Da Silva, presidenta adjunta del Centro de Estudiantes, asegura que hay una decadencia que se va a seguir agravando con el paso del tiempo y si no se frena lo más probable es que exista un paro técnico, que la universidad “tenga que cerrar y eso es el peor episodio que podemos tener”.
Víctor Lares, secretario general del Centro de Estudiantes, denuncia que los buses que sirven de transporte a veces los obligan a cargar en la ruta interurbana, complicando la situación de los estudiantes.
“Hemos decidido tomar las calles pacíficamente para pedir respuesta al ministerio. Al menos dos terceras partes de los estudiantes dependen del comedor y como bien sabemos con hambre es imposible estudiar”.
José Andrés Aguirre, delegado académico del Centro de Estudiantes, considera que el ministerio debe darles el presupuesto justo. “No es posible que no tengamos un comedor digno; que los estudiantes lleguen a la universidad con el estomago vacío y se vayan con el estomago vacío. Nuestra segunda casa se está perdiendo, se nos está cayendo a pedazos por culpa de un Gobierno, de un Estado al que no le importa la educación universitaria”.
Hoy se reunirán con las autoridades
El secretario de Seguridad Ciudadana, Andrés Goncalves, se reunió con una comisión integrada por miembros de todos los gremios para escuchar sus quejas y buscarles solución. Se acordó una reunión para hoy a las 11:00 de la mañana, donde se espera que participen los directivos de Corpoelec, Hidrocapital, Guardia Nacional, Polivargas, el gobernador Jorge Luis García Carneiro, el alcalde José Alejandro Terán y el viceministro del Vivir Bien Estudiantil, Carlos León Mora.
Se conoció que ayer en la tarde la Gobernación abasteció el comedor para cuatro días y les dieron dos aires acondicionados. Hoy se comienza con el asfaltado y la reactivación del pozo de agua que aportará 30 litros por segundo al acueducto y beneficiará también a la comunidad.
Profesores exigen mejoras salariales
Raúl Pulido, presidente de la Asociación de Profesores de la filial Litoral, indica que el sueldo no le alcanza ni siquiera para cubrir el 10% de la canasta básica. “Tenemos una diáspora como nunca antes de la plantilla de los profesores. Contábamos aproximadamente en toda la universidad con 1.300, de los cuales 500 son jubilados. De los 800 de planta han renunciado más de 120 por las malas condiciones laborales, por un HCM que no le sirve ni siquiera para hacerse un examen”.
Resalta que los cortes de luz ha dañado equipos importantes de la universidad, en especial del área de computación. “Tenemos salas de computación que deberían ser para 40 estudiantes y apenas tienen 7 máquinas. La calidad de la educación está mermando por culpa del gobierno”.
El profesor Elvin Barreto señala que su sueldo está cercano al mínimo, por lo que no tienen la capacidad monetaria para poder cubrir sus necesidades alimentarias. “Esto es inconstitucional. Es una violación a nuestros derechos humanos y estamos solicitando que los aumentos presidenciales, que hasta ahora se volvieron sal y agua, se hagan efectivos para los profesores”.
Señala que en la sede Litoral cuando no falla la energía eléctrica, falla el agua. “Esta situación es inapropiada para poder desarrollar la actividad de investigación, docencia y extensión de la universidad. Los profesionales necesarios para enrumbar al país hacia el desarrollo están completamente huérfanos por culpa del Gobierno nacional”.
El profesor Jhonny Olivar detalla que el presupuesto tiene un déficit de más del 60%. “No tenemos papel, material para imprimir y no hay impresora que funcione en la universidad, apenas alguna para cuestiones de inscripción”.
Denuncia que hay un problema de inseguridad grave, porque los delincuentes se meten por la cantera. “Se filtran a cualquier hora del día; antes lo hacían solamente en la noche, ahora es día y noche. Están robando tanto al estudiante como al personal obrero, administrativo y profesores también. Los pocos que tenemos vehículos tememos que nos desvalijen los carros dentro de la propia universidad. El caos es total”./jd