Bajo la amenaza de despido por parte del magnate Elon Musk, la renuncia masiva de cientos de empleados no se hizo esperar al negarse a trabajar más horas bajo intimidación.
Debido a esto, la empresa cerró temporalmente su sede por miedo a que “pudieran sabotear la red social”, pidiendo a los empleados presentes que abandonaran las oficinas hasta el próximo lunes 21 de noviembre.
Twitter también cerró el acceso a las herramientas de comunicación interna y a los dispositivos de la compañía en manos de los trabajadores, de la misma forma que hizo hace unas semanas al despedir al 50% de la compañía.
Elon Musk lanzó un ultimátum para que se comprometieran a trabajar de forma “extremadamente dura” o que se fueran, haciendo presión en que tomaran una decisión antes de las 5:00 pm (hora local) del día de jueves.
Comentarios como: “un producto que está siendo envenenado por dentro y por fuera”, “la gente no quiere sacrificar su salud mental y su vida familiar para hacer más rico al hombre más rico del mundo” han sido detallados a CNN.
Elon Musk con su humor particular ha tuiteado una imagen irónica de un entierro con el logo del pájaro azul, además de tuitear “Acabamos de alcanzar otro máximo histórico en el uso de Twitter” y “¿Cómo hacer una pequeña fortuna en las redes sociales? Comience con una grande”.