La fetidez que emana desde la entrada del túnel peatonal de la Plaza Vargas es causado por heces y orina, tras el uso de este espacio como baño público.
«Es una porquería el lugar, por lo que muchos cruzan por la avenida a todo riesgo» dijo Rafael Blanco, vecino de la parroquia La Guaira.
Hizo referencia a la falta de mantenimiento y a que las oficinas de la Alcaldía y Gobernación están ubicadas a escasos metros.
«No se explica cómo teniendo rejas no se conserve limpio. Es desidia, que no ayuda en nada a promover la parroquia como zona de interés turístico».
Señaló que el paso se mantiene a oscuras porque todas las luminarias se las robaron y no las han repuesto.LL/jd