María Lourdes Arráez.- Las últimas sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) demuestran que no son una institución autónoma, al contrario, son el brazo ejecutivo y un apéndice del PSUV, asegura Lauren Caballero, secretario juvenil de la Mesa de la Unidad Democrática en Vargas.
“Rechazamos ese intento descabellado del TSJ de subvertir el orden constitucional, obstruyendo al poder Legislativo y atentando contra la soberanía popular materializada en las decisiones parlamentarias del 6 de diciembre, donde el pueblo respaldó a la alternativa democrática y al cambio”.
Manifiesta que el poder judicial debe dedicarse a ejercer su rol en nombre de la República, no a obstruir el proceder de otras instituciones del estado.
“Esta sentencia no resuelve los problemas de la gente: las colas siguen agravándose, la escasez de alimentos se agudiza y la falta de medicamentos sigue poniendo en riesgo la vida de los venezolanos. Los magistrados deben hacerse un examen de conciencia y reflexionar sobre la grave situación del pueblo venezolano”.
Indica que tratan de disolver la Asamblea Nacional por no querer aceptar que el pueblo eligió a sus diputados y que perdieron la mayoría. “Quieren disolver el poder Legislativo solo porque perdieron su control”. MLA/jd