*Rechaza los señalamientos de Acnur sobre la deportación de venezolanos
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, afirmó que no permitirá que Naciones Unidas o ningún organismo internacional intente convertir su país en un campo de refugiados, después de aprobar la deportación de 82 venezolanos, medida rechazada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Tras una reunión de gabinete, Rowley afirmó que no va a permitir que ninguna agencia internacional manipule la situación de Trinidad y Tobago y se quede en el país. Con ese mensaje, respondió a las críticas del Acnur, que afirmó que entre el grupo de deportados venezolanos había solicitantes de asilo.
«Yo, como Primer Ministro, voy a escribir una queja a la sede de la Organización de las Naciones Unidas sobre la conducta de personas que se toma la atribución de hablar sobre Trinidad y Tobago. Somos miembros de la ONU, un miembro responsable, y si oficiales de la ONU van a hablar sobre Trinidad y Tobago, entonces lo menos que podemos esperar es que hablen sobre los hechos», declaró.
Afirmó que el problema no fue que el Acnur dijera que había solicitantes de asilo, sino que dijera que Trinidad y Tobago está actuando de forma distinta a la que suele actuar. Reconoció que hay personas en un Estado vecino que tienen problemas, afirmó que Trinidad es un país generoso y ha asistido a los venezolanos en la medida de lo posible a medida que se ha deteriorado la crisis.
«Manteniendo en cuenta que no somos China, Rusia o Estados Unidos, somos una pequeña isla. Tenemos espacio limitado. 1,3 millones de personas. Por lo tanto no podemos ni permitiremos que voceros de la ONU nos conviertan en un campo de refugiados», afirmó.
Aseguró que los 82 venezolanos deportados no fueron detenidos por su nacionalidad, sino porque habían cometido delitos. Aunque reconoció que en Venezuela hay una gran crisis, se mostró dudoso de la posibilidad de aplicar una amnistía para los venezolanos que ya están en la isla, pues podría aumentar entonces la cifra de quienes llegan a su país.
Una división del Parlamento de Trinidad y Tobago presentó hace unas semanas un informe en el que señalan que en 2017 la entrada legal de venezolanos se redujo a la mitad de lo registrado en 2014 y 2015, pero la cantidad de personas solicitando asilo había aumentado de 5 casos en 2016 a 2 mil diarios en 2017, una cifra que sigue subiendo.