El gobierno de Trinidad y Tobago actuará de acuerdo con el informe de los expertos que enviaron a examinar el posible derrame de crudo desde el Nabarima, petrolero de Pdvsa con 1,3 millones de barriles de petróleo varado en el golfo de Paria, frontera entre ese país y el estado Sucre.
El ministro de Relaciones Exteriores y de la Comunidad del Caribe (Caricom), Amery Browne, señaló este jueves que el informe constituirá la base de los próximos pasos y cualquier acción del gobierno de Trinidad y Tobago sobre ese asunto.
“Este es un punto clave en el desarrollo de la situación, debido a que por primera vez hemos tenido ojos no venezolanos y expertos no venezolanos en el propio Nabarima para determinar la forma y condición del buque”, indicó a medios locales.
“Hay una serie de canales de comunicación que están en curso, de modo que, dependiendo de los detalles del informe, podamos tomar en muy poco tiempo los siguientes pasos adecuados y necesarios”, señaló.
Browne aclaró que el petrolero se encontraba en aguas territoriales venezolanas, por lo que Trinidad y Tobago tuvo que pasar por los canales diplomáticos con el fin de acceder al reconocimiento de la embarcación, reseñó El Nacional.
Los gobiernos de Barbados y Guyana ya informaron que estaban siguiendo de cerca la situación ante un posible derrame de crudo.
Aunque el problema del Nabarima se remonta a hace más de 20 meses, cuando el petrolero venezolano fue abandonado después de que Estados Unidos impusiera fuertes sanciones al régimen de Nicolás Maduro, hace semanas la progresiva inestabilidad de la embarcación hizo temer un potencial derrame.
Aunque el petrolero navegaba bajo bandera venezolana, estaba operado por Petrosucre, compañía conjunta entre Pdvsa y la petrolera italiana Eni.
El portavoz del grupo ambientalista Fishermen and Friends of the Sea de Trinidad y Tobago, Gary Aboud, señaló que cerca de 50.000 pescadores de Venezuela dependen de la pesca en el golfo de Paria para ganarse la vida, por lo que un derrame de crudo sería devastador, sin contar el irreparable daño en el ecosistema.