El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, calificó como un “asalto” la llegada de migrantes “armados con niños”, al pronunciarse sobre la situación generada por la expulsión de un grupo de 24 venezolanos, entre los que habían 16 menores de edad.
“Trinidad y Tobago está actualmente bajo el último asalto, utilizando personas anónimas sin rostro armadas con niños inocentes, para tratar de obligarnos a aceptar su comprensión del ‘estatuto de refugiado y el tratado internacional’, y esperando que una pequeña nación insular de 1,3 millones de personas abra fronteras a un vecino de 34 millones, incluso durante una pandemia”, expresó en un comunicado.
Rowley vinculó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en una supuesta arremetida contra Trinidad.
“La OEA, bajo su equivocado presidente Almagro, ha sido responsable casi por sí sola de desencadenar y alimentar la actual situación venezolana y estos funcionarios públicos prácticamente han declarado la guerra a Trinidad y Tobago por tener la temeridad de no haberse unido a Elliott Abrams y al presidente Trump para forzar un cambio de régimen violento en Venezuela“, afirmó.