Por estar espichados o buscando de remendarlos transportistas tardan hasta dos horas en las caucheras tratando de reparar los cauchos, asegurando que muchas veces por eso hay menos buses operativos en las horas pico.
Juan Pimentel manifestó que la mayoría de los conductores salen a trabajar a las 5:30 de la mañana y a las 8 se le explota un neumático y tardan mucho entre la larga cola y luego mientras hacen el remiendo.
“Los pasajeros solo se dan a la tarea de quejarse porque no hay carros pero deben también preguntarse porque hay tanto déficit, estamos trabajando con las uñas y contra todo pronostico para no dejar de prestar el servicio porque barco parado no gana flete. Somos padres de familia y tenemos que llevar el pan a casas”.
Manifestó que prefieren esperar el tiempo necesario es las caucheras porque una rueda nueva está en bs.3 millones y no tienen para adquirirlos. “Cada vez son menos las posibilidades se hace lo que se pueda y hasta donde se pueda”. LC