Lorena Correa, Loreclaverdad@gmail.com.- Para el sector transporte cada día es más cuesta arriba continuar prestando el servicio, debido a los altos precios de los cauchos y las baterías.
Antonio Torres, explica que la especulación con el precio de los cauchos los tiene cada vez más preocupados, viéndose en la obligación de recurrir a pedirlos prestados entre los compañeros o comprar “chivas”, que duran solo un par de semanas.
“Estamos en una constante peregrinación para comprar los cauchos un poco económicos, porque en las tiendas no bajan de Bs. 45.000, lo peor es que tampoco se encuentran parches, para al menos evitar quedarnos accidentados. Tener una buseta ya no es rentable”.
Indica que al momento de las lluvias deben paralizar el servicio, porque el 95% de los carros operativos trabajan con cauchos lisos, y puede ocurrir una tragedia si salen en esas condiciones.
“El despacho de la Proveeduría de cuatro cauchos por línea fue una burla. Se deben buscar mecanismos para vendernos a todos y a precios asequibles, porque en la calle están por las nubes”.
Señala que los neumáticos adquiridos durante los últimos meses son de mala calidad, y solo les duran un mes y medio. “Los cauchos chinos no aguantan el trote que le damos a diario los conductores”.
“El Instituto Municipal de Vialidad, Tránsito y Transporte Colectivo de Vargas (Imvitracv), ya ha dejado de sancionarnos o pararnos por llevar los cauchos lisos, ellos están al tanto de la situación”.
Rómulo Mendoza, manifiesta que ha tardado hasta tres meses buscando dos baterías, y a pesar de haber pernoctado en varias oportunidades en tiendas no ha logrado conseguirlas.
“Esta odisea parece extenderse. Conseguir una batería se ha vuelto misión imposible, esta situación es desesperante. Se consiguen hasta en 40 mil bolívares, cuando su precio regulado oscila entre seis y ocho mil bolívares. No nos queda de otra que quedarnos accidentados hasta conseguir una nueva, o por lo menos de segunda mano”.
Aumentan robos de repuestos
Asegura que cada día están más acorralados, sumándole ahora el robo de las piezas de los carros cuando los dejan mal estacionados. “Los amigos de lo ajeno están como arroz, dejando a muchos conductores en cuatro bloques o llevándose las baterías”. LC/ar