Desde las 9:00 am y hasta pasadas las 3:00 pm se restringió el acceso de vehículos al estado. Funcionarios de la GNB hacían esfuerzos en el punto de control del 171 para contener a cientos de playeros que buscaban llegar a los balnearios.
En la tranca que generó la alcabala los choferes hacían sonar las cornetas en señal de protesta mientras los funcionarios permitían la circulación de un volumen mínimo de carros, pero muchos eran devueltos a Caracas sin mayores explicaciones.
Entre los vehículos atrapados en la cola había gandolas de gasolina, ambulancias y unidades de transporte público.
Muchos habitantes del estado que querían regresar a sus casas denunciaron haber sido devueltos a Caracas.
La movilización de cientos de personas entre sábado y las primeras horas del domingo activó las alarmas de los funcionarios de la GNB y cuerpos policiales, quienes recordaron que las playas permanecen cerradas y quienes entren a ellas se exponen a sanciones.
Multas para quienes llegaron a las playas
Decenas de bañistas que acudieron a las playas del oeste recibieron multas hasta de Bs. 10 millones por parte de efectivos de la Policía municipal.
Muchos de ellos eran de Caracas y aseguraron desconocer las medidas aplicadas en la región durante la cuarentena para evitar la propagación del virus Covid-19.
«Pensé que esta semana como era libre se podía venir a la playa. Pero no me había ni bajado del carro cuando me pararon y me quitaron los papeles para traerme para acá», expresó Freddy Hurtulas desde la estación policial del oeste ubicada en el Balneario de Catia la Mar.
Aplicaron segundo filtro en el terminal
Los bañistas que lograron atravesar el punto de control en la autopista se quedaron varados en el Terminal de La Guaira, luego de que efectivos de la Policía estadal los bajaran de las unidades de transporte público.
Otros en sus vehículos no pudieron avanzar y tuvieron que dar la vuelta en U para regresar a sus casas sin haber tocado la arena.
«Se perdió un día de trabajo»
Para Mario Núñez, presidente(e) de la línea Malavé Villalba, fue imposible trabajar con los carros de la ruta que se quedaron varados en la extensa cola de la autopista Caracas-La Guaira.
«Solo hicieron una vuelta y luego se fueron a su casa. Perdieron todo un día de trabajo».
Comentó que temprano en la mañana del domingo la fluidez de carros se mantuvo sin problema alguno hasta que una orden superior en el comando de la GNB comenzó a restringir el paso al estado.
La alcabala, la tranca y la decisión de los choferes a no trabajar más dejó a muchos varados en las paradas de Capitolio y Gato Negro, sin contar con los que en La Guaira querían subir a Caracas.
«Los pasajeros que iban para la playa fueron devueltos. El sábado el transporte fluyó normal, pero el domingo la cantidad de bañistas desde tempranas horas de la mañana era tanto que obligó a las autoridades a aplicar correctivos».
Mencionó que algunos choferes están cobrando sobre los 100 mil bolívares «aunque no está autorizada, pero ha sido el único incentivo que han tenido los choferes par cumplir con el servicio. Con menos de 0,5 centavos de dólar será imposible trabajar».
No valió salvoconducto
Orlando Martínez vive en Catia la Mar. Pasó una hora en la cola y cuando llegó a la alcabala le pidieron que se devolviera para Caracas. «Un GNB dijo que aún con salvoconducto no nos iban a dejar pasar. Ahora nos toca esperar aquí una hora o lo que les dé la gana para ver si nos dejan pasar», relató desde el hombrillo.
«Estamos aún en los días de flexibilización y lamentablemente ocurren estas restricciones».
Por su parte, Carolina Flores se quedó con las ganas de llegar al mar. «No sé realmente cuál es la situación. Nos devolvieron sin ninguna explicación. Queríamos ir la playa un ratito y no nos dijeron más nada, solo devuélvanse».
Por Luis López