El desgaste de la capa de rodamiento en el elevado de Catia la Mar, sumado a los empalmes de la estructura mantienen en jaque los tren delanteros de los vehículos, especialmente de los taxistas que trabajan en la zona.
Así lo confirmó Orangel Molina, de la línea del Banco Provincial, quien aseguró que los carros patinan por la estructura, que cada vez luce más desgastada. “Las condiciones no son malas, sino pésimas. El tren delantero es el que sufre, pero a nadie parece importante”.
Michael Bell, taxista, dijo que no recuerda la última vez que le hicieron mantenimiento a la estructura. “Evitamos pasar por allí, pero cuando hay cola no nos queda de otra y es una tortura”.
“Las colas que se forman, sobre todo en sentido a La Atlántida son inaguantables, debido a los baches que hay en los empalmes del elevado. A juro debes frenar”.
Mientras que Jhony González, otro taxista, se quejó: “Está malísimo. Pasar por aquí significa exponer el tren delantero, cuya reparación cuesta un dineral”.
El de Pariata se desmorona de a poco
Otro conductor, que pidió no identificarse, manifestó que el elevado de Pariata también debería ser tomado en cuenta por la Gobernación, debido a que cada vez empeora sus condiciones./AT